El primer desfibrilador portátil del mundo fue creado en el año 1965 y desde entonces, este aparato que es capaz de detectar mediante sensores una anomalía en el funcionamiento del corazón y sus latidos y emitir una descarga para recuperar su función normal, ha salvado miles de vidas en todo el mundo. Desde la primera máquina, que se instaló en ambulancias y pesaba más de 70 kilos, ha evolucionado mucho y a día de hoy es normal encontrarlo en diferentes espacios, desde polideportivos y gimnasios hasta centros comerciales.

Qué es un desfibrilador y cómo utilizarlo

Teniendo en cuenta que la muerte súbita es la tercera causa de muerte en Europa y que cada 15 minutos, una persona fallece en España por esta causa, el poder actuar con rapidez cuando una persona sufre una parada cardiorrespiratoria es fundamental y gracias a las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) y el uso de un desfibrilador se puede lograr revertir la situación.

Es importante saber que el desfibrilador se utiliza cuando se produce un problema eléctrico en el corazón que altera su funcionamiento normal y desde los primeros minutos causa daños irreversibles, por eso es importante actuar con rapidez. La persona que lo sufre suele presentar un latido irregular, acelerado o incluso una parada cardiorrespiratoria.

Los síntomas comienzan con un dolor en el pecho, mareos, náuseas, falta de aire, alteración en el pulso o pérdida de conciencia. En estos casos, es fundamental saber qué hacer ante una situación de estas características, ya que, tal y como explica la Fundación Española del Corazón, la muerte súbita es un fallecimiento que no se espera y no presenta síntomas previos, puede ocurrir en cualquier momento y lugar.

En España, se pueden encontrar dos tipos de desfibrilador, un monitor desfibrilador que se utiliza para fines terapéuticos y el DEA (desfibrilador externo automático) o DESA (desfibrilador externo semiautomático que requiere el uso de un botón), que analiza el ritmo cardiaco, identifica las arritmias y administra la descarga. Solo lo pueden utilizar el personal sanitario y las personas mayores de edad que hayan realizado un curso de formación al respecto.

Simulacro de uso de desfibrilador / Unsplash
Simulacro de uso de desfibrilador / Unsplash

Paso a paso para usar un desfibrilador en caso de emergencia

Estos son los pasos que hay que dar al utilizar un desfibrilador:

1. Comprobar si la persona está consciente y respira.

2. En caso de que no respire, llamar al 112.

3. Practicar las maniobras de reanimación cardiopulmonar (de 100 a 120 compresiones por minuto sobre el esternón).

4. Pedir a otra persona que localice el desfibrilador más cercano.

5. Continuar con las maniobras de RCP hasta que llegue la ambulancia.

Qué hace el desfibrilador

El desfibrilador aplica de manera brusca y breve una corriente eléctrica de alto voltaje para detener y revertir las arritmias cardiacas rápidas y que pueden llevar a una persona a una parada cardiaca. El choque eléctrico restablece el ritmo cardiaco normal. El aparato tiene unos sensores que analizan en primer lugar el ritmo cardiaco del paciente. Si el corazón del paciente deja de latir, el desfibrilador administra la descarga eléctrica a través de la pared torácica y de esta forma devolver al corazón su ritmo cardiaco normal.

Existe una aplicación llamada Ariadna que un mapa colaborativo de desfibriladores en España en el que cualquier ciudadano puede ayudar a localizarlos aprovechando la tecnología.