Como recoge la OMS, en el ámbito mundial, el cáncer de cuello uterino es el cuarto cáncer más frecuente en la mujer. La detección temprana es fundamental, pero los signos y síntomas del cáncer de cuello uterino pueden ser difíciles de detectar

Gracias a la prueba del virus del papiloma humano (VPH) y la vacuna contra este patógeno, ha habido una disminución significativa en el riesgo de cáncer de cuello uterino en los países desarrollados durante los últimos 50 años. Además, los expertos anticipan que la cantidad de nuevos casos de cáncer de cuello uterino seguirá disminuyendo en mujeres que han sido vacunadas.

Pero eso no quiere decir que no haya que estar pendiente de los signos, porque sus síntomas son similares a los de muchas otras afecciones y en ocasiones se pasan por alto. Estos son cinco de los signos principales.

Presión pélvica

Uno de los síntomas de esta enfermedad puede ser una cierta presión en la zona de la pelvis. No es un dolor específico, ni calambres, es más bien como una sensación de pesadez en la zona que incomoda sobre todo en determinadas posturas.

Sangrado después del sexo

El sangrado después del sexo es el síntoma más común del cáncer de cuello uterino. Puede ser un pequeño manchado irregular acompañado de un dolor más o menos intenso y que se produce cada vez que se tienen relaciones íntimas.

Perfil de mujer con luz escasa / Unsplash
Perfil de mujer con luz escasa / Unsplash

Secreción vaginal

Un signo temprano de cáncer de cuello uterino puede ser un flujo vaginal persistente. En ocasiones, para muchas mujeres es difícil percatarse, porque la consistencia del flujo varía a lo largo del ciclo menstrual o debido a otras circunstancias, como el estrés.  

Lumbalgia

No todas las personas con cáncer de cuello uterino tienen este síntoma, pero el dolor lumbar se ha asociado con algunos casos de cáncer de cuello uterino. En casos avanzados, el cuello uterino puede volverse tan grande que ejerce presión sobre la parte inferior de la espalda

Periodos irregulares

Si una mujer tiene una regla regular y de repente comienza a tener alteraciones sin que exista alguna razón importante, puede ser signo de un cáncer cervical y debería acudir a su ginecólogo.

El cáncer de cuello uterino es, con mucha diferencia, la enfermedad más frecuente provocada por los VPH. Casi todos los casos de cáncer de cuello uterino pueden atribuirse a una infección por VPH.

Aunque la mayoría de las infecciones por VPH remiten por sí solas y la mayor parte de las lesiones precancerosas se resuelven de forma espontánea, todas las mujeres corren el riesgo de que una infección por VPH se cronifique y de que las lesiones precancerosas evolucionen hacia un cáncer de cuello uterino invasivo.