Los 40 son una edad crítica en lo que a sueño se refiere. El tiempo dedicado a dormir disminuye con la edad, cayendo al punto más bajo en esa década. Y, alrededor de los 50 años, volvemos a dormir más nuevamente. ¿Y por qué ocurre esto?

Investigación

Según este estudio publicado en Nature, el cambio de tendencia puede estar influida por una combinación de factores biológicos y de estilo de vida. Pero la duración del sueño no equivale necesariamente a la calidad del sueño, que disminuye a medida que las personas envejecen.

En la investigación, en la que se vieron involucradas alrededor de 11.000 personas durante más de seis años, se analizó la duración del sueño, la hora de acostarse y la eficiencia del sueño. Aunque el tiempo dedicado a dormir tiene una curva en forma de U a medida que las personas envejecen, la eficiencia del sueño empeora constantemente. Una persona de 40 años puede estar durmiendo menos, pero probablemente tenga un sueño de mejor calidad que alguien de 60 años.

Es posible que las personas mayores pasen más tiempo en la cama, quizás debido a menos responsabilidades en el estilo de vida o exigencias familiares. Pero eso no significa que su sueño sea reparador.

La cantidad de sueño que se necesita suele estar determinada principalmente por la edad. Las recomendaciones oficiales son las siguientes: 

  • Mayores de 65 años: 7-8 horas 
  • Adultos (18 a 64 años): 7 a 9 horas 
  • Adolescentes (14 a 17 años): 8 a 10 horas 
  • Niños en edad escolar (6 a 13 años): 9 a 11 horas 
  • Niños en edad preescolar (3 a 5 años): 10 a 13 horas (incluidas las siestas) 
  • Niños pequeños (1 a 2 años): 11 a 14 horas (incluidas las siestas) 
  • Bebés (4 a 12 meses): 12 a 15 horas (incluidas las siestas) 
  • Recién nacidos (0 a 3 meses): 14 a 17 horas 

Sin embargo, algunas personas pueden necesitar dormir más o menos de lo que generalmente se recomienda dependiendo de cuestiones como la genética, un factor determinante en la cantidad de horas de sueño que necesitas por noche.

Mujer durmiendo / Unsplash
Mujer durmiendo / Unsplash

Lo que dice la OMS

Según la Organización Mundial de la Salud, alrededor del 40% de la población mundial no duerme bien. Esta circunstancia, altera su estado físico, emocional y mental. Los consejos que la organización ofrece para lograr un sueño reparador son los siguientes:

  • Realizar una actividad física diaria 
  • Intentar irse a la cama y despertarse todos los días a la misma hora
  • No realizar actividades excitantes antes de dormir, ni realizar trabajos con pantallas de ordenador. 
  • Evitar ingerir alimentos pesados que dificulten nuestra digestión 
  • Tener un colchón adecuado que favorezca el descanso