La ciudad de Barcelona es, en sí misma, objeto y sujeto literario. Entre El Quijote de Cervantes i Homenaje a Catalunya de George Orwell, así como antes y después, ha habido centenares de escritores y escritoras que han utilizado la ciudad de Barcelona como escenario de sus obras. Para recoger de manera más sistematizada estas aportaciones y en una iniciativa inédita hasta ahora, el Ayuntamiento de Barcelona ha lanzado la serie de libros Barcelona en la literatura universal, con dos primeros volúmenes publicados y uno tercero en preparación, que aportan la visión de los literatos franceses en La ciutat incandescent, de los italianos en Solare, notturna e sonora, ambos ya disponibles, más Viajes, tránsitos, hogar con aparición prevista durante este 2025 y dedicado a las escritoras latinoamericanas.
Con respecto al primero de los volúmenes citados, La ciutat incandescent. Barcelona vivida i escrita en francès, el autor, Ricard Ripoll, escritor, traductor y profesor de literatura francesa de la Universidad Autónoma de Barcelona recoge la visión de los autores franceses sobre la capital de Catalunya a través de un recorrido histórico desde el siglo XIX hasta la actualidad, donde no faltan resúmenes, a menudo exhaustivos, de los que podríamos considerar como las obras imprescindibles que suman estos dos condicionantes, haber sido escritas en francés y tener Barcelona como escenario e incluso como protagonista de la acción, con un hecho destacable, muchas de las obras han sido escritas por franceses, más algún belga y algún quebequés, que, en algún momento, han vivido en la capital catalana.

Así, en este recorrido histórico no faltan menciones a obras como El Palace, de Claude Simon; Carrer Robadors, de Mathias Énard, No plorar de Lydie Salvayre, Barcelona! de Grégoire Polet -este sin embargo, no es francés, sino belga-, Diari d'un lladre de Jean Genet -que tiene una plaza en el Raval- y, especialmente, El marge de André Pieyre de Mandiargues, para dibujar un escenario vital que evoluciona a lo largo del tiempo desde el romanticismo del siglo XIX a la más absoluta contemporaneidad, pasando por la efervescencia bohemia que convierte Barcelona en un referente del dadaísmo y el surrealismo y sin olvidar los relatos de los grandes periodos históricos del siglo XX, especialmente la Segunda República, la Guerra Civil y la dictadura franquista.
Barcelona, ciudad "incandescente" con epicentro en el Raval
Este recorrido francoliterario de Barcelona tiene un punto de referencia claro, el Raval -y su denominación como Barrio Chino- y el local La Criolla, donde por las noches pasaba todo el que en una ciudad portuaria y bohemia podía llegar a pasar, a menudo al margen de la ley. De hecho, no será hasta épocas más contemporáneas que los autores francófonos abrirán su ámbito de acción para abrirse a una Barcelona que va más allá del actual distrito de Ciutat Vella. En todo caso, según el autor del libro, "en las novelas escritas en lengua francesa, Barcelona se percibe como una ciudad en efervescencia, siempre a punto de poner de manifiesto su claridad", y es por eso que esta visión francesa de Barcelona es "incandescente", y este libro ayuda a entender por qué.