"Archivo de la cortesía, albergue de los extranjeros, hospital de los pobres, patria de los valientes, venganza de los ofendidos y correspondencia grata de firmes amistades, y en sitio y en belleza única". Estas son las conocidas palabras que Miguel de Cervantes dedicó a Barcelona en su obra El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, ciudad que también aparece en Las dos doncellas, una de sus Novelas ejemplares. En este vídeo, y pocos días antes de Sant Jordi, recordamos los principales lugares cervantinos de la ciudad.
En el número 2 del paseo de Colom de Barcelona se encuentra la llamada Casa de Cervantes, donde supuestamente se habría alojado el escritor. Hay que decir, y esto es importante, que no hay ninguna constancia documental de que Cervantes realmente visitara nunca Barcelona y menos aún que llegara a residir en este edificio, pero por los detalles de sus escritos tampoco se puede descartar. De hecho, Martí de Riquer lanzó la hipótesis de que Cervantes estuvo en Barcelona en algún momento entre 1609 y 1611. Ahora, si alguna vez residió en este edificio, debería ser en una construcción anterior a la actual, que es de 1940. La escultura de una cabeza en la fachada también se ha relacionado con el escritor castellano.
Otros espacios cervantinos de la ciudad de Barcelona son la calle de Perot lo Lladre, que hace referencia a un bandolero histórico que aparece al libro de Cervantes como Roque Guinart, y la misma calle Cervantes, dedicada al escritor, pero sin vinculación conocida con sus obras. Las dos calles se encuentran en el Barri Gòtic, donde también está la calle del Call, donde el Quijote descubre, con sorpresa, una imprenta donde se trabaja en la edición de una versión apócrifa de sus aventuras.
Archivo de la cortesía, albergue de los extranjeros, hospital de los pobres, patria de los valientes, venganza de los ofendidos y correspondencia grata de firmes amistades, y en sitio y en belleza única"
Bien cerca del paseo de Colom está el Pla de Palau, ya que donde ahora hay la facultad de Náutica había, en época de Cervantes, el Portal de Mar, uno de los accesos a la ciudad. Como la Barceloneta todavía no existía, más allá solo había arenales y la playa, y es aquí donde el Quijote se enfrenta en combate al caballero de Blanca Luna y, al ser derrotado, da por acabadas sus aventuras y vuelve a aquel indefinido "lugar de la Mancha" de donde provenía.
Ya lo hemos dicho, no está del todo demostrado que Cervantes pisara nunca Barcelona, pero hay bastantes detalles para pensar que fue así. Quién si visitó Barcelona fue el Quijote, pero lo hizo solo en la imaginación y los escritos de Cervantes, porque hay gente que lo olvida, pero el Ingenioso hidalgo siempre fue... un personaje de ficción.