Dicho y hecho. Sólo veinticuatro horas después de que elNacional.cat diera a conocer los problemas de una vecina discapacitada de la calle de Loreto, en el barrio de les Corts de Barcelona, que no conseguía que el Ayuntamiento formalizara el cambio de placas de matrícula de su plaza de aparcamiento reservada, este jueves Maria Isabel Civit ha podido comprobar que operarios municipales han procedido a retirar las viejas placas y poner las nuevas. "Este mediodía cuando hemos vuelto a casa nos habían cambiado la señal de la plaza y ahora ya está la nueva placa con la matrícula actual", ha afirmado Maria Isabel Civit en declaraciones a este medio.

Se resuelve así uno de los problemas que arrastraba Civit desde que decidió cambiar de coche y demuestra que el Ayuntamiento de Barcelona ha tardado más de dos meses en hacer el cambio, que fue solicitado vía instancia el pasado 8 de abril y que el mismo consistorio aprobó el mes de mayo. Casualidad o no, porque el expediente hacía semanas que estaba en tramitación, la resolución ha llegado al día siguiente de hacerse público. El cambio aportará tranquilidad a la vecina, porque justo una semana después de notificar el cambio de coche, la grúa le retiró el vehículo y tuvo que pagar una multa de 298 euros, que todavía está pendiente de la resolución de la reclamación.

Hay que recordar, además, que Civit ha vivido un calvario con esta plaza de aparcamiento, ya que en julio de 2020, en plena expansión de las terrazas en calzada favorecida por el gobierno Colau y de un día para el otro, su plaza desapareció a favor de una ampliación de terraza en calzada, una situación que se resolvió al cabo de unas semanas con la adjudicación de una nueva plaza de aparcamiento, eso sí, desplazada unos metros respecto de la anterior, que estaba situada justo delante de su domicilio.

"Ineficacia absoluta"

Con el cambio de coche, Civit presentó instancia el 6 de abril para formalizar el cambio de las placas de matrícula de la señal vertical, pero una semana más tarde, el 13 de abril, la grúa municipal le retiró el coche nuevo por no corresponder con la matrícula de la señalización, a pesar de tener una tarjeta que acreditaba la condición de discapacitada de la titular del coche y aunque en la experiencia de la vecina, "la grúa municipal en estos casos sólo actúa a instancia de parte". Por eso, tanto ella como su marido, consideran una "tomadura de pelo y una muestra de ineficacia absoluta" que los operarios de la grúa retiraran el coche de la plaza reservada para discapacidades sin que hubiera ninguna comprobación previa. Al menos ahora ya no le volverá a pasar, aunque aún queda pendiente recuperar los trescientos euros de la multa.