El urbanismo táctico quedará para siempre como un proyecto de ciudad ligado a la alcaldesa Ada Colau. Su implementación en la ciudad hizo correr ríos de tinta y sus detractores ya son un ejército. Ahora bien, esta política de "pacificación" de las calles de la ciudad también ha tenido sus defensores, sobre todo de colectivos que se han beneficiado, como los usuarios de carriles bici. En cambio, los propietarios de motos han sido siempre uno de los grupos que más ha remado en contra de esta manera de gestionar el espacio público.

Una vez defenestrada Ada Colau, el nuevo alcalde, Jaume Collboni, se atrevió a tocar la calle Pelai, que se había convertido en una especie de icono del urbanismo táctico colauista, al estilo del tótem intocable de la calle Parlament. Fue una de sus primeras actuaciones, con la retirada del grafismo de la calzada y la habilitación de más espacios de aparcamiento. Barcelona en Comú puso el grito en el cielo por el atrevimiento del nuevo equipo de gobierno, pero la actuación se cumplió.

El urbanismo táctico ha sido criticado en repetidas ocasiones por todos los partidos de la oposición. Trias per Barcelona, sin ir más lejos, ha considerado que uno de los peligros que supone este modelo de gestión del espacio es dificultar las tareas de los servicios de emergencia que tienen que actuar en la ciudad.

El PP reclama una auditoría

Este domingo el grupo municipal del PP en Barcelona ha reclamado una auditoría sobre el urbanismo táctico con el fin de determinar qué elementos pueden ser "peligrosos". Los populares creen que algunos objetos instalados en la vía, como parte del urbanismo táctico, se pueden convertir en un peligro. Eso, sobre todo, es posible cuando algunos de estos elementos se estropean y no son reparados. La calzada se convierte en un territorio hostil, sobre todo para los conductores de moto, que pueden chocar o tropezar con piezas de estos objetos que aparecen por sorpresa.

El presidente del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Dani Sirera, ha pedido al consistorio una auditoría de todos los elementos "peligrosos" de la calzada de las calles de la ciudad, según recoge la agencia Europa Press. Ha avisado que "la estética de los elementos instalados bajo la denominación de urbanismo táctico hacen que se transformen en piezas peligrosas para todos los conductores, especialmente para los motoristas y los ciclistas," informa el partido este sábado en un comunicado.

"No puede ser que haya tornillos fijados en la carretera sin ningún tipo de protección o cojines berlineses rotos desde hace semanas", ha criticado, y ha exigido que las denuncias ciudadanas por esta cuestión se resolvieran en 24 horas.