La invasión de turistas en los búnkeres del Carmel es una de las pesadillas de los vecinos de la zona. Ahora, un año después de que el Ayuntamiento de Barcelona colocara vallas para limitar el acceso y sobre todo, los botellones habituales, Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) eliminó este lunes de la página web del Bus Turístico el punto que animaba a los turistas a acercarse a las baterías antiaéreas del barrio del Carmel y disfrutar de las espectaculares vistas que ofrece de la ciudad condal, tal como revela La Vanguardia. El anterior gobierno de la capital catalana se propuso acabar con la promoción de este mirador, pero los vecinos de la zona denunciaron hace 1 año que la web del bus Turístico —gestionada por TMB, Barcelona Turisme y la empresa que gestiona este servicio en unas 80 ciudades de todo el mundo, de Bangkok a Los Ángeles- seguía promocionando esta actividad. Hasta este lunes, el portal seguía haciendo promoción de este mirador del Turó de la Rovira, en concreto, apuntaba "si te adentras en el barrio del Carmel, descubrirás los restos de una batería antiaérea de la Guerra Civil que ofrece unas vistas espectaculares sobre Barcelona".

Masificación turística

La masificación turística provocada por las visitas al Park Güell y a los búnkeres del Carmel es una de las principales luchas de los vecinos de la zona, que hace años que enemista con el Ayuntamiento por regular la llegada de turistas a estos barrios. En mayo del año pasado, el Ayuntamiento tomó una serie de medidas con el fin de limitar el acceso a los búnkeres. Desde mayo de 2023, el acceso nocturno a los búnkeres se mantiene cerrado, en concreto, el recinto está abierto desde las 9:00 a las 19:30 horas, en horario de verano, y desde las 9:00 y hasta las 17:30, en horario de invierno. Con el fin de controlar las visitas, el consistorio instaló una valla de dos metros de altura, con el objetivo de controlar la gran afluencia de personas en este espacio —especialmente de noche—, e impedir así que se estropeen los restos arqueológicos y preservar el descanso de los vecinos. En paralelo, la Guardia Urbana decidió adaptar el dispositivo para seguir manteniendo la convivencia y evitar concentraciones de visitantes y conductos incívicas.

Una medida, que no resultó muy exitosa, ya que pocos días después circularon muchos vídeos donde se podía ver a muchas personas saltando las vallas para acceder en horarios en los cuales estaba cerrado el recinto. Incluso, los vecinos acabaron denunciando agresiones a un vecino de la zona por parte de los visitantes. Según el relato del vecindario, difundido a través de redes sociales, el vecino, que se llama Joan y tiene 76 años, recriminó al grupo que saltara las vallas para acceder a las baterías antiaéreas y este se le giró en contra y lo agredió y le robó el móvil, donde tendría imágenes de cómo intentaban colarse. Según confirmaron fuentes policiales a la ACN, los hechos tuvieron lugar el miércoles en torno a las 22.30 horas y la víctima presentó denuncia por robo violento.