La música en vivo ha quedado totalmente suspendida en el bar musical Jazzman de Barcelona. Así lo ha comunicado el dueño del local, que ha tomado la decisión para evitar denuncias del propietario del piso que hay arriba. El Jazzman es un establecimiento con más de cuarenta años de historia situado en la calle de Roger de Flor. El último responsable del bar es David Toribio, y ha estado programando durante más de 19 años dúos y tríos de jazz y estilos afines, sin amplificación o con la mínima. En declaraciones a ElNacional.cat, el responsable ha admitido que el ruido del local es incómodo para los propietarios que colindan con el bar: "Yo he subido al piso de arriba y he oído en primera persona como molesta", ha dicho. Hasta hace poco, sin embargo, Toribio tenía un acuerdo verbal con los propietarios anteriores, un matrimonio de jubilados residentes en Formentera que solo lo utilizaban unos pocos días al año y no se quejaban nunca. "Había muy buen rollo y cuando venían me llamaban y yo programaba actividades más tranquilas", ha añadido. Actualmente, los nuevos propietarios no están dispuestos a continuar con el acuerdo. El pasado lunes se celebró en el local un concierto especial, el último concierto de jazz en directo a cargo del pianista veterano Pere Ferré, de 93 años, el contrabajista Pep Rius y el saxofonista Pau Casares, un trío de sobra conocido al Jazzman. El resto de conciertos que había programados hasta el mes de julio han sido cancelados. A partir de este martes el local abrirá las puertas y servirá copas, pero ya no contará con música en directo.

Los propietarios del piso de arriba culpan al Jazzman de no vender el piso

Las diferencias se hacen irreconciliables cuando los nuevos propietarios del piso de arriba culpan al Jazzman de no vender la vivienda. Es entonces cuando el barman decide detener todos los conciertos en vivo que tenía programados hasta el mes de julio. La opinión de Toribio sobre el porqué no encuentran nuevos propietarios es bien diferente. El barman apunta que el piso está en venta por un precio de mercado superior en lo que le tocaría. "Lo tienen a un precio abusivo", ha indicado.

El barman estudia insonorizar mejor el local

Durante la conversación con ElNacional.cat, Toribio ha explicado que durante los próximos meses estudiará si adoptar nuevas medidas para insonorizar el bar musical. "Con tranquilidad, miraré si es económicamente viable mejorar la insonorización en el local", ha concretado. A partir de este martes el local abrirá las puertas y servirá copas, pero ya no contará con música en directo. Es por eso que Toribio se ha mostrado nervioso cuándo se le ha preguntado por el futuro del Jazzman y su clientela. "Estoy seguro de que la afluencia bajará. La gente que viene a escuchar música en vivo no es la misma que toma una copa", ha dicho. El local tiene capacidad para una cuarentena de personas, pero la clientela es fiel.