El motín del concejal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Barcelona Paco Sierra no se acabará con el anuncio, por parte del partido, de iniciar su proceso de expulsión, porque el mismo consistorio ya lo reconoce como nuevo presidente del grupo municipal en detrimento de Luz Guilarte. Así lo han confirmado fuentes municipales a elNacional.cat, que han señalado que "en cumplimiento estricto del Reglamento Orgánico Municipal, la comunicación aportada por el concejal Paco Sierra presenta una más que apariencia de responder a la voluntad mayoritaria del Grupo Municipal, motivo por el cual, a efectos del Ayuntamiento de Barcelona, es el presidente del Grupo Municipal de Ciudadanos".

La situación rocambolesca que vive Ciudadanos en Barcelona comporta que aunque el grupo municipal de este partido ha iniciado ya un proceso de expulsión del amotinado Paco Sierra, al mismo tiempo el mismo Paco Sierra es considerado por el consistorio como el presidente de ese mismo grupo municipal que lo quiere expulsar. Además, el hecho de que el ayuntamiento considere que la petición de Sierra de convertirse en nuevo presidente de grupo cuenta con "la voluntad mayoritaria" del grupo de Ciudadanos, certifica que la concejal que ha sustituido a Celestino Corbacho, Noemí Martín, habría firmado a favor del cambio, sumando así una mayoría de dos concejales a uno, Guilarte, que por razones obvias no habría sido invitada a adherirse al documento.

Además, hay que tener en cuenta que la expulsión de Sierra de un grupo municipal que difícilmente lo reconocerá como presidente, no será inmediata. Como han señalado fuentes de Ciudadanos a este medio, la expulsión del partido, aparte de no comportar tener que renunciar al acta de regidor, es un procedimiento de una cierta complejidad, ya que de acuerdo con los estatutos del partido, "se tiene que abrir un expediente partiendo del escrito que presente el partido" y seguidamente se abrirá un plazo para que Paco Sierra "presente alegaciones". Finalmente, será "el comité de garantías quien tendrá que decidir si se le expulsa o no". Es decir, se abre un proceso que puede durar un tiempo indeterminado.

Hay que recordar, además, que según el comunicado hecho público por el partido este jueves, se ha dado por hecho que Sierra "había intentado integrarse en las listas electorales de otras formaciones de cara a los próximos comicios municipales de 2023", hecho que se puede relacionar con los llamamientos que se han hecho desde otros sectores del unionismo barcelonés, en especial de Valents, de sumar esfuerzos para constituir una lista única ante el riesgo evidente que ninguna formación españolista consiga superar el cinco por ciento de los votos necesarios para entrar en el Ayuntamiento, ya que el PP lo consiguió por los pelos en 2019, mientras que Ciudadanos, que lo superó ampliamente en aquel momento, difícilmente podrá repetir resultados después de la escisión de Valents, que tampoco levanta cabeza en las encuestas a nivel municipal.