El anuncio de que el gobierno español declarará la siniestra jefatura de la Via Laietana de Barcelona como espacio de memoria en aplicación de la Ley estatal de Memoria Democrática, pero sin que eso signifique un cambio de usos ni de titularidad y que, por lo tanto, no implique la marcha de la policía española, ha sido rechazada por la Comissió de la Dignitat, la entidad memorialística que, con otras plataformas, lidera la reclamación del traspaso del inmueble a la Generalitat y su conversión en un centro de interpretación de la tortura, ya que ve "incompatible" la denominación de espacio de memoria con la presencia policial.

"A la policía nacional les debería quemar los dedos estar en un edificio con esta connotación, donde hubo torturas y persecución política mucho más allá de 1978", ha afirmado Pep Cruanyes, miembro de la Comissió de la Dignitat, que en declaraciones a ElNacional.cat ha apuntado que el anuncio de mantener la policía española "es como si en la museización de un campo de concentración se mantuviera una prisión" y por eso ha insistido que las demandas de la mencionada comisión continúan tan vigentes como siempre. "Seguimos pidiendo que el inmueble sea traspasado a la Generalitat y que las instituciones catalanas lo transformen en centro de memoria" más allá del anuncio "electoralista" de este miércoles.

De hecho, Cruanyes ha lamentado que desde el ministerio "siempre se han hecho los ofendidos diciendo que la Policía Nacional es democrática", y ha rechazado que "se pueda mantener y compaginar el hecho de que la policía española esté allí y sea un centro de memoria". El activista ha recordado que en su momento ya se facilitó al Cuerpo Nacional de Policía hacer crecer el espacio policial de la Verneda y "se pactó que la policía se marcharía de la Via Laietana", hecho que todavía no se ha producido. "Se demuestra que para el Gobierno la memoria es una cuestión puramente electoral y de propaganda".

Además, Cruanyes ha insistido en que el Gobierno "ha dejado entrever que ellos decidirán qué se hace, y eso no lo queremos, porque se hará un relato oficialista de la memoria". Desde la Comissió de la Dignitat defienden que el inmueble se traspase a la Generalitat y que lo gestionen las entidades memorialísticas. "Seguimos manteniendo las reivindicaciones, que con esta manifestación del Gobierno no se consiguen", ha remachado Cruanyes, que también ha criticado el uso de las figuras de Lluís Companys y Salvador Puig Antich: "Que no jueguen más con la memoria, lo que tienen que hacer es que el jefe del Estado y la ministra de defensa pidan perdón", ha insistido.