Paso adelante para la aprobación de la propuesta de Ordenanzas Fiscales para el año 2026 una vez que el plenario municipal del Ayuntamiento de Barcelona de este viernes, 31 de octubre, ha validado de manera provisional la modificación de esta ordenanza que regula los impuestos municipales. El proyecto ha contado con los votos favorables del PSC, Barcelona en Comú y ERC, y el voto contrario de Junts per Barcelona, PP y Vox. Ahora, el texto aprobado se publicará ahora en el Boletín Oficial de la Provincia y en la sede electrónica municipal, y se abre un período de exposición pública de 30 días para poder presentar alegaciones. Una vez resueltas, el texto deberá volver al plenario municipal del mes de enero para la aprobación definitiva para que la modificación de las Ordenanzas Fiscales puedan entrar en vigor durante el primer trimestre de 2026.
El nuevo texto de ordenanzas fiscales prevé la congelación de los impuestos y tasas para familias y PYMES, y, como novedades, destacan bonificaciones por obras de regeneración urbana y el incremento de un euro del recargo turístico municipal. Esta última modificación está prevista que se aplique a partir del mes de abril de 2026, siempre que se convalide por el Parlamento lo dispuesto en el Decreto Ley 21/2025. Este incremento sería anual hasta 2029, llegando al máximo previsto de 8 euros de recargo, lo que podría comportar un valor total de hasta 15 euros por persona y día para hoteles de máxima categoría.
El teniente de alcalde de Economía, Vivienda, Hacienda y Turismo, Jordi Valls, ha destacado la importancia de que Barcelona continúe sin aumentar la presión fiscal sobre la ciudadanía —“se reduce año tras año”, ha subrayado— y, a la vez, pueda gestionar mejor los impactos de la masificación turística, mejorando así el retorno que recibe la ciudad. Valls ha animado a todos los grupos municipales a seguir el diálogo “honesto” para continuar negociando para que se apruebe definitivamente, junto con las ordenanzas fiscales, el presupuesto municipal, una carpeta aún abierta y en la que no ha habido muchos avances desde la aprobación del trámite inicial en una pasada comisión de Economía.
Por su parte, desde JuntsxBCN, el concejal Arnau Vives ha indicado que no serán “cómplices” de un modelo fiscal pensado para “acabar con la clase media y trabajadora” y ha denunciado que la presión fiscal es cada vez más alta. “Hoy la gente vive peor que hace diez años, los impuestos suben y los servicios empeoran y cada vez más familias llegan con dificultades a finales de mes”, ha espetado. El PP también ha destacado las “dificultades” que tienen las familias para vivir y ha cargado contra los “castigos fiscales” que “expulsan a jóvenes y asfixian la economía local” o “estigmatizan” el turismo. Así se ha expresado el concejal Juan Milián, que ha defendido una nueva fiscalidad para Barcelona que no genere “obstáculos”.
Asimismo, desde BComú, la concejala Gemma Tarafa ha asegurado que han visto un “cambio de actitud” en el gobierno de Collboni, que se ha comprometido recientemente con las peticiones de los comunes de desbloquear el alquiler de temporada y acordar una solución para Vallcarca con la creación de una mesa de mediación. Es por este motivo, ha justificado, que han permitido la tramitación. Con todo, Tarafa ha recordado que tienen más demandas, como un plan de choque para el Besòs Maresme y un plan para poner límite a las franquicias. Finalmente, desde ERC, Jordi Castellana ha hecho hincapié en el hecho de que el incremento de los ingresos es sobre todo gracias a la fiscalidad turística que permite el recargo municipal a la tasa turística y ha destacado que el único aumento que se prevé es justamente el que pagan los turistas, que “deben aportar más a los servicios públicos de la ciudad”. Así, ha celebrado que la propuesta de ordenanzas incluya el incremento progresivo del recargo turístico y ha recordado que los republicanos quieren que tenga retorno hacia los barrios más presionados por el turismo con un fondo específico.
