La decisión unilateral de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, de suspender las relaciones con Israel y el hermanamiento con la ciudad de Tel Aviv ha sido censurada este viernes no una, ni dos, sino tres veces por el plenario municipal. Las dos primeras han sido en el pleno ordinario, primero cuando se ha rechazado la iniciativa ciudadana que defiende la ruptura de relaciones, y segundo cuando se ha aprobado una propuesta del PSC para censurar la decisión de Colau de romper el hermanamiento con la ciudad israelí de manera unilateral. La tercera derrota de la alcaldesa ha sido en el marco del pleno extraordinario, donde otra vez el pleno municipal ha rechazado las políticas de boicot a Tel Aviv e Israel. Con todo, ninguna de las tres votaciones tiene efectos vinculantes, de manera que el decreto de alcaldía que suspende el hermanamiento continúa en vigor.

La atención principal sobre la cuestión se ha puesto en un pleno extraordinario que ha empezado con más de una hora de retraso sobre el horario previsto y que se ha convocado a petición de cuatro grupos, Junts per Catalunya, Ciudadanos, Partido Popular y Valents. Con asistencia de entidades judías en la tribuna de invitados, se ha aprobado el siguiente texto: "El Plenario del Consejo Municipal del Ayuntamiento de Barcelona acuerda que, de manera urgente e inmediata, el gobierno municipal restablezca las relaciones con el Estado de Israel y el hermanamiento de Barcelona con las ciudades de Tel-Aviv y Gaza". Han votado a favor Junts, PSC, Ciudadanos, PP, Valents y la concejala no adscrita, y han votado en contra Barcelona en Comú y ERC. El pleno extraordinario no ha llegado a la media hora de duración.

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El pleno extraordinario ha sido seguido por miembros de entidades judías de Catalunya / Foto: Carlos Baglietto

El portavoz de Junts per Catalunya, Jordi Martí Galbis, ha sido el primero de intervenir recordando que Colau ya ha recibido "severas derrotas en los anteriores debates sobre la cuestión" y ha insistido en la necesidad de revocar el decreto de alcaldía y ante la posibilidad que la alcaldesa no lo haga ha lanzado una advertencia lo suficientemente explícita: "Tenemos la suerte de que quedan solo tres meses para las elecciones". También ha votado a favor el PSC, de la mano de la teniente de alcaldía, Laia Bonet, que ha reiterado su crítica a la "decisión unilateral de la alcaldesa" y se ha emplazado, como responsable de relaciones internacionales del ayuntamiento, a "trabajar para rehacer la imagen de Barcelona.

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Expresión de Ada Colau ante la posibilidad apuntada por Eva Parera de que el decreto de suspensión del hermanamiento pueda suponer un delito de odio / Foto: Carlos Baglietto

También han hablado a favor de la propuesta Josep Bou del PP, Noemí Martín de Ciudadanos y la concejala no adscrita, Marilen Barceló, pero la intervención más belicosa de todas ha sido la de Eva Parera, presidenta del grupo de Valents, que ha pedido "el informe jurídico que acompaña el decreto de alcaldía" con la intención de "asentar las bases para un futuro recurso para anular el decreto de alcaldía". De hecho, ha señalado que Colau "ha firmado un decreto que puede ser la base para una demanda por posible delito de odio". Por su parte, la concejala Rosa Surinyac ha defendido el voto en contra de Esquerra Republicana, advirtiendo, eso sí, que consideran "desafortunada la decisión de la alcaldesa". Finalmente, la teniente de alcaldía Laura Pérez ha defendido la legalidad del decreto de alcaldía como una decisión "plenamente legal".

Rechazo de la iniciativa ciudadana

Antes, sin embargo, el pleno ordinario ya había rechazado para dos veces la política de los comunes con respecto a Tel Aviv, la primera de las cuales ha sido durante la presentación de la iniciativa ciudadana del colectivo Prou impunitat, que ha elevado al pleno municipal la demanda de romper el hermanamiento, petición que solo ha contado con el voto a favor de Barcelona en Comú, mientras que el resto de grupos ha votado en contra excepto ERC, que se ha abstenido. La presidenta de la Comunitat Palestina a Catalunya, Natalia Abu Sharar, ha felicitado Colau por la decisión y se ha dirigido al pleno preguntando a los concejales "a cuántos palestinos más tiene que matar Israel" para que se rompan las relaciones. En la misma línea se ha pronunciado Laurent Cohen Medina, presidente de Junts, Associació de Jueus i Palestins de Catalunya.

Aunque inicialmente ha sido la teniente de alcaldía Laura Pérez la que ha intervenido en nombre de Barcelona en Comú para definir la posición a favor de la iniciativa popular del partido de Colau, posteriormente ha sido la misma alcaldesa la que ha querido tomar la palabra para dejar claro que la suspensión de relaciones no es ningún acto de "antisemitismo" y ha afianzado el compromiso de la ciudad con la comunidad judía. "Estamos hablando de una violación sistemática de los derechos humanos de la población palestina", ha afirmado. En este sentido, ha asegurado que no tiene "ninguna duda" que no se puede callar ante el apartheid y ha asumido la "responsabilidad" como alcaldesa.

Censura a la decisión unilateral de Colau

Un poco más tarde, la cuestión ha vuelto al pleno a raíz de una proposición del PSC que ha instado a Colau a revocar la suspensión del acuerdo de hermanamiento entre Barcelona y Tel Aviv y ha censurado la decisión "unilateral" de Colau de romper relaciones con Israel. La propuesta ha contado con los votos a favor de los socialistas, Junts, Cs, PP, Valents y la concejala no adscrita, mientras que ERC se ha abstenido y solo BComú ha votado en contra. La teniente de alcaldía Laia Bonet (PSC) ha afirmado que el motivo de Colau para romper las relaciones con Israel ahora es "que se acercan elecciones y ningún otro".

El texto a votación también ha afianzado el compromiso del Ayuntamiento "con la paz y el cumplimiento de los derechos humanos en el Oriente Medio y, en particular, en Israel y Palestina" y ha reiterado "la amistad y la solidaridad" de la ciudadanía de Barcelona con la población de Tel Aviv y de Gaza. Además, insta al gobierno municipal a hacer "pleno uso de la diplomacia" y convocar representantes de las tres ciudades hermanadas, Barcelona, Tel Aviv y Gaza, para fijar los términos de una declaración. Bonet ha instado a la alcaldesa a revocar la suspensión del acuerdo y ha lamentado que se haya optado por ir directamente con un decreto de alcaldía "porque no había mayoría en el consejo municipal".

A pesar de la triple derrota, cabe tener en cuenta que ello no afectará a la actual situación de suspensión temporal del acuerdo de hermanamiento entre Barcelona, Tel Aviv y Gaza, ya que ni el rechazo de la iniciativa popular ni las votaciones en contra de Colau que han tenido lugar en el pleno ordinario y el extraordinario tienen carácter vinculante, de manera que el decreto de alcaldía por el cual se rompen relaciones continúa en vigor y solo cambiaría por decisión personal de la alcaldesa, que, en este caso, no tiene obligación legal de reaccionar a las decisiones del pleno, ni el ordinario, ni el extraordinario. Por lo tanto, la situación quedará igual, al menos, hasta que se constituya un nuevo gobierno municipal tras las elecciones municipales del mes de mayo.