Un particular ha comprado por más de 40 millones de euros un ático en pleno centro de Barcelona, en la confluencia entre Paseo de Gràcia y la avenida Diagonal, según KKH Property Investors, el grupo promotor del edificio donde se ubica el piso. Se trata de la última planta, la número 20, del edificio anexo a la actual Casa Seat, un inmueble situado donde antes se ubicaba la antigua torre Deutsche Bank. El piso vendido es un dúplex de 650 metros cuadrados y la promotora lo califica como "gran ático", dado que se suma a las tres plantas inmediatamente inferiores (la 17, 18 y 19), que se consideran "áticos". De estos tres "áticos", dos también se han vendido ya. La operación ha batidos dos récords: el ático más caro del estado español y también el que tiene el precio por metro cuadrado más caro (más de 61.000 euros/m2). El edificio tiene seguridad y conserjería las 24 horas y los propietarios tienen acceso privilegiado a todos los hoteles Mandarin Oriental del mundo.
El grupo promotor del edificio no ha desvelado la identidad del comprador del "gran ático" más allá de señalar que se trata de un particular extranjero. El Confidencial, que ha adelantado la operación, asegura que se trata de un inversor asiático. KKH Property Investors invirtió 180 millones de euros en el proyecto para construir estas 34 viviendas de lujo en el número 111 del Paseo de Gràcia de Barcelona, unas residencias cuyos servicios, con espacios comunes como salas para reuniones, biblioteca, gimnasio, piscina y una terraza jardín, gestiona el grupo hotelero Mandarin Oriental.
Esta promotora compró la antigua Torre Deutsche Bank en 2014 con el objetivo inicial de convertirla en un hotel de lujo, si bien la moratoria hotelera impuesta en la ciudad lo llevó a reorientar el proyecto hacia los pisos de lujo. El objetivo era el hotel de lujo, pero con la llegada de Ada Colau al ayuntamiento de Barcelona y su moratoria de licencias de nuevos hoteles la promotora tuvo que replantearse el proyecto. El plan de hoteles de Colau, que solo permite abrirlos en las afueras, ha sido también muy controvertido y los hoteleros de la capital catalana se han quejado en muchas ocasiones.
Un arquitecto premiado
El arquitecto español Carlos Ferrater, premio nacional de Arquitectura, fue el encargado del diseño del edificio, mientras que el interiorismo, basado en un estilo contemporáneo, fue obra del estudio londinense Muza Lab. Todas las viviendas de este alto edificio tienen vistas panorámicas de la ciudad y la más pequeña tiene una superficie de 120 m2. De todas ellas, cuatro son áticos y están ubicados en los pisos 17, 18, 19 y 20.