La llegada de las fiestas de Navidad ha venido acompañada de las habituales ganas de juerga en esta época del año. Ante esta realidad, el Ayuntamiento de Barcelona ha impulsado estos días un macrooperativo para realizar una inspección masiva en los locales de ocio nocturno ubicados en el distrito de Sant Martí, concretamente aquellos que se encuentran al popular Triángulo Golfo. El lugar es uno de los preferidos por los jóvenes a la hora de salir de fiesta por su oferta, y ha sido últimamente uno de los principales puntos conflictivos, con numerosas quejas vecinales. Es por eso que el gobierno municipal de Jaume Collboni quiso poner la lupa antes de la llegada de Navidad, en el marco de su Plan Endreça.

La operación no ha gustado a la patronal del sector. La Federación Catalana de Ocio Nocturno (Fecalon) ha advertido que ha superado "cualquier precedente" a Barcelona y Catalunya, con la presencia de más de 120 inspectores. "Estas acciones son desmesuradas y desproporcionadas, contraviniendo la verdadera preocupación ciudadana sobre la inseguridad en las calles", ha lamentado la entidad que representa los intereses empresariales.

En esta línea, Fecalon ha querido mostrar la suya "profunda preocupación y temor" por el macrooperativo, considerando las inspecciones "abusivas y desproporcionadas". "El sector del ocio y la restauración nocturna se encuentra nuevamente estigmatizado y señalado como el principal problema de la seguridad en Barcelona. A pesar de ser actividades que contribuyen a la solución de problemas de uso indebido de la vía pública e inseguridad, el consistorio actual parece focalizar sus esfuerzos en una persecución que afecta negativamente empresarios y trabajadores del sector", lamenta la entidad en un comunicado.

3 locales señalados

El dispositivo de la semana pasada se alargó durante el día y la noche, y permitió inspeccionar un total de 33 locales. De esta manera, se detectaron más de un centenar de infracciones. Durante la noche se precintaron dos de los locales, y uno tercero se vio obligado a cerrar durante el día.

De hecho, las quejas reiteradas de los vecinos de la zona ya han provocado que la reacción del Ayuntamiento de Barcelona de otra manera. El consistorio ha iniciado un proceso de actualización del Plan de Usos del Distrito con una primera medida preventiva a la espera de tener un redactado final: la suspensión por un año de la concesión de licencias y permisos de obras de actividades musicales y de restauración, comercio alimentario y tiendas de conveniencia.