Si las noches de los fines de semana son especialmente complicadas para los vecinos de las zonas donde hay numerosos espacios de ocio nocturno, con la llegada de julio este hecho se hace extensivo casi a todos los días de la semana. En el llamado Triángulo Golfo de Barcelona —también denominado Triángulo Lúdico—, una zona del distrito de Sant Martí, los problemas relacionados con el ruido nocturno se viven cada noche. Así se constata en grabaciones a las que ha tenido acceso ElNacional.cat y que son de la noche de este jueves al viernes, en el cruce de las calles Sancho de Ávila y Pamplona donde se ven numerosos grupos de jóvenes haciendo ruido a altas horas de la madrugada.

Y es que el Triángulo Golfo es uno de los puntos más calientes del incivismo nocturno barcelonés. Las aglomeraciones son habituales, generando ruido y actos molestos casi durante toda la noche. En estas grabaciones, por ejemplo, se puede ver un numeroso grupo de jóvenes —aparentemente turistas— entonando cánticos en medio de la calle y entorpeciendo el paso a los coches, que también se apuntan a hacer ruido haciendo sonar sus bocinas para que les abran paso. "Esto es horroroso", claman los vecinos, que aseguran que en el barrio se ha instalado "el incivismo, el botellón, el viva la fiesta y los vecinos que se aguanten", añadiendo que situaciones como estas "las tenemos que aguantar el vecindario todas las noches". "Noche tras noche, es imposible dormir", señalan.

Un problema que viene de lejos

Aunque en verano el problema se agranda porque el mismo calor invita a los vecinos a no cerrar las ventanas, la situación de malestar se arrastra desde hace meses. Este sector del distrito de Sant Martí, situado a l'entorn del carrer Pere IV, se ha convertido en el epicentro del ocio nocturno por la acumulación de bares, salas de conciertos y discotecas, pero también en una pesadilla para los vecinos, que ven como noche tras noche les cuesta poder descansar entre ruidos constantes, peleas cada vez más habituales y la poca actuación de la Guàrdia Urbana de Barcelona.

 

Los residentes en el barrio hace meses que protestan, denuncian que las tímidas medidas implementadas por el ayuntamiento, como la obligación de cerrar las tiendas de comestibles más bien "no han servido para casi nada" y que ya se han cansado de participar en reuniones con el ayuntamiento que tildan "perversas e inoperantes", según declaró en noviembre pasado a ElNacional.cat, Jero Lorenzo, portavoz de la plataforma, que aseguró que la zona "se había convertido en la mayor 'borrachería' de Barcelona al aire libre", añadiendo que cada vez hay más terrazas en el barrio, "ilegales, o con más mesas de las permitidas".