A principios de noviembre de 2018, hace ahora siete años, vecinos de la Vila de Gràcia protagonizaron una importante movilización para evitar el derribo de las llamadas Casetes d'Encarnació, situadas en la calle del mismo nombre, y su jardín, presidido por una majestuosa encina bicentenaria, considerada uno de los árboles más longevos de Barcelona. La movilización surgió ante un plan privado para derribar los edificios existentes, casitas de planta baja más un piso, para sustituirlas por edificaciones modernas. A causa de la movilización, el Ayuntamiento de Barcelona entró en negociaciones con los propietarios que acabó con la compra municipal de la finca para destinarla a equipamientos.

Siete años después, la Plataforma Salvem l’Alzina ha expresado, por la vía de un comunicado, su discrepancia con el proyecto municipal que, a pesar de prever conservar la encina y las fachadas históricas de las casitas, también incluye en el proyecto un nuevo edificio de viviendas dotacionales. La plataforma, que actualmente gestiona el pequeño huerto situado en lo que en el futuro debe ser un jardín público, considera que el edificio previsto “aumenta el volumen construido y merma el jardín de tal manera que quede tan solo una triste placita alrededor de la encina”. “El Ayuntamiento está generando una injusticia climática en la Vila de Gràcia eliminando un espacio con gran valor socioambiental, que es refugio para personas que no tienen la posibilidad de salir fácilmente de la Vila y sin acceso fácil a un espacio verde”, continúa el comunicado. 

En concreto, el ayuntamiento presentó en octubre de 2024 un proyecto de creación de una nueva placita de acceso público en el entorno de la encina bicentenaria, acompañada de la edificación de un nuevo inmueble con 15 viviendas públicas y un casal de gente mayor en los bajos. La altura sería de tres pisos, además de la planta baja y conservaría las fachadas históricas de la calle Encarnació.

Dos jornadas de movilización

Ante esta discrepancia con el proyecto municipal y aprovechando el séptimo aniversario de las movilizaciones, Salvem l’Alzina ha convocado dos jornadas “festivas y reivindicativas”, los días 29 de noviembre y 13 de diciembre, para “conmemorar el salvamento de la encina, las casitas y el jardín que se encuentran en la calle Encarnació haciendo esquina con Manrique de Lara”. La programación incluye, el primer día, una conversación-debate sobre justicia ambiental urbana con tres investigadoras del Grupo de investigación: Barcelona Laboratory for Urban Environmental Justice y la actuación de Jordi Bertran y Aleix Garriga con el Concierto Poético Entre la Nota i el Vers, en el que interpretarán poemas musicados de diversos poetas catalanes. La jornada estará amenizada con un vermut bajo la sombra de la encina. El 13 de diciembre se comenzará con talleres artísticos para familias organizados por Parque Creativo seguido de concierto y vermut.