El barrio de la Font de la Guatlla, en el distrito de Sants-Montjuïc, puede pasar desapercibido incluso para los barceloneses de toda la vida que no viven allí. Limitado por la Gran Via de les Corts Catalanes, las avenidas de Maria Cristina y Francesc Ferrer i Guàrdia y el parque de la Font Florida, incluye la falda de Montjuïc en la vertiente que da entre las plazas Espanya y Cerdà. En una superficie de 30 hectáreas viven 10.316 barceloneses. Sobre el plano puede parecer un lugar periférico -aunque está junto a la plaza Espanya- y tranquilo, pero sus vecinos están hartos de un problema que los atenaza casi cada día del año, el ruido.

Y es que este barrio tiene dos vecinos ciertamente ruidosos, por una parte, la avenida Maria Cristina, epicentro de acontecimientos ciudadanos de todo tipo, desde pruebas deportivas hasta celebraciones multitudinarias; de la otra, el Poble Espanyol, un complejo lúdico -de dudoso valor arquitectónico- que concentra varias discotecas aparte de ser un espacio donde también se organizan acontecimientos musicales. Todo ello supone generación de ruido cada noche de los fines de semana y, a menudo, también durante el día: "Entre Maria Cristina y el Poble Espanyol, estamos rodeados", concluyen los vecinos, que han articulado sus quejas en torno a la PACAME (Plataforma Afectados Contaminación Acústica y Masificación de Acontecimientos).

En un contexto en que las quejas vecinales por el ruido van en aumento al inicio de una temporada estival donde el retorno del turismo masivo hace prever la vuelta a situaciones prepandémicas, los vecinos de este barrio han sido de los más ruidosos -valga la paradoja- a la hora de hacer oír sus quejas, en especial con respecto a la contaminación acústica a todas horas del día. "Antes de la pandemia teníamos controlados más de 104 acontecimientos anuales en Maria Cristina, entre carreras, acontecimientos festivos y shows, además del Poble Espanyol," apunta Jordi Andolz, miembro de la PACAME y vecino del barrio, en declaraciones a elNacional.cat.

Las pruebas deportivas, ruido un domingo a las 7 de la mañana

Un ejemplo que puede sorprender es el ruido relacionado con las pruebas deportivas, que a menudo tienen en la avenida Maria Cristina sus puntos de salida y llegada. "Puede parecer bonito, pero para empezar cortan los accesos a las calles, a las 7 de la mañana ya están probando los altavoces, y a las 8 ya tienen a toda pastilla el 'Barcelona' de Freddie Mercury y Montserrat Caballé, y todo eso un domingo cuando justo a las 6 de la mañana han acabado de hacer ruido los del Poble Espanyol". Por la noche, obviamente, la situación no mejora: "Cuando no son las fiestas de la Mercè es la fiesta de Fin de Año", apunta a Andolz.

Ahora bien, eso no quiere decir que los vecinos de este barrio quieran echar todos estos acontecimientos, pero sí que instan al ayuntamiento a "repartirlos por otros espacios", y como ejemplo a seguir señala la gala La Orgullosa, con motivo del día del Orgullo, que ha tenido lugar esta semana en la Anella Olímpica, "donde no hay vecinos". "Hay que tener en cuenta que a ambos lados de los palacios feriales hay viviendas", recuerda Andolz, que considera que la avenida Maria Cristina concentra un exceso de acontecimientos de todo tipo -carreras, exposiciones, actos políticos, además de la misma actividad ferial-. "No hay que hacerlo todo aquí", afirma.

Capítulo aparte merecen los festivales musicales que ocupan espacios feriales o bien el Poble Espanyol, como el Sónar, celebrado justo hace unos días. De hecho, desde la plaza Espanya se oían claramente los bajos a cualquier hora del día... y de la noche. "Cuando llega el Sónar ya sabes que son unos días sin descansar, también por el Primavera Sound o el Brunch Electronik", para añadir que estos certámenes cada año se expanden más. "Ahora también tenemos el off Sónar, que se alarga cada noche hasta la madrugada", añade.

El Poble Espanyol, "el gran problema"

"El Poble Espanyol es el gran problema", continúa a este portavoz vecinal, que señala que cada vez hay más acontecimientos sonoros en la plaza Major, sin olvidar los ensayos y las pruebas de sonido, "donde prueban los límites de ruido y te obligan a encerrarte en casa". Además, hay que recordar que en este recinto hay discotecas y eso lleva añadido otra problemática, la de los 'botellones' y el incivismo".

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Así quedó la avenida Maria Cristina después del 'macrobotellón' de la Mercè / Foto: E.C.

Si bien no prevén que se reproduzcan los 'macrobotellones' del año pasado, como el de la Mercè, agravado por el cierre del ocio nocturno y que acabó con graves problemas de vandalismo incluido el asalto a comercios, en la Font de la Guatlla, lo que sí que se han encontrado es que el jardín de delante de la puerta principal del Poble Espanyol es "escenario recurrente de botellones", e incluso ha habido casos de gente que ha entrado en jardines privados de la calle Dàlia. Eso sí, ante las reiteradas quejas de poca presencia policial, "llamas a la Guàrdia Urbana y no vienen", Andolz asegura que la coordinación de la red vecinal ha sido muy útil "para darnos fuerza".

Un barrio "dejado de la mano de Dios"

Aparte del ruido, el barrio de la Font de la Guatlla arrastra más problemas, algunos generalizados en toda la ciudad, "como la limpieza", y otros como las "recalificaciones urbanísticas", pero Andolz señala también que el barrio "está muy abandonado, estamos dejados de la mano de Dios", y recuerda que se trata "de un barrio muy pequeño que pertenece a un distrito muy grande", el de Sants-Montjuïc. "Todavía tenemos postes de la luz de madera", recuerda el representante vecinal, para poner otro ejemplo: "arreglaron un tramo de la calle Sant Fructuós y parecía que era la gran obra, pues sólo era un 0,30% de la inversión del distrito".

De hecho, de cara al futuro, a pesar de algunos cambios "positivos", como la apertura de un acceso a través del recinto ferial previsto en la reformulación de todo el ámbito de la Feria de Montjuïc, también prevén más problemas, como "la masificación de coches que nos puede traer que el Barça juegue en el Lluís Companys", delante de la cual piden que se habiliten "accesos y aparcamientos sólo para vecinos" y "cambios en la ordenación de movilidad". Al fin y al cabo, la Font de la Guatlla tiene un problema grave con el ruido, pero no es, ni mucho menos, el único.

Imagen principal: 'Macrobotellón' en la avenida Maria Cristina durante las fiestas de la Mercè de 2021 / Pau de la Calle