El Nacional / Pau de la Calle
Barcelona ha vivido este fin de semana tres noches seguidas con botellones descontrolados en varios puntos de la ciudad. Por la verbena de la Virgen de Mercè 15.000 personas -según los datos del Ayuntamiento- se reunieron en la plaza de España sin incidentes. Desde el consistorio se quiso asegurar que si bien las fiestas ilegales se podían prever no se podían evitar, y por la noche el efecto llamada funcionó: más de 40.000 personas se dieron cita en la plaza de España la noche del viernes.
El macrobotellón acabó con graves incidentes. El sábado los Mossos d'Esquadra blindaron la plaza de España y la fiesta se trasladó a la playa del Bogatell, donde la noche también estuvo marcada por incidentes, heridos, saqueos y enfrentamientos con la policía.
Todo I que previamente en la fiesta mayor de Barcelona, la alcaldesa Ada Colau dijo: "No habrá fiesta en la calle para|por Mercè", estos días hemos visto cómo miles de jóvenes se han concentrado en plaza de España o a la playa de Bogatell. Organizando macrobotellons a través de las redes sociales. / Foto: Pau de la Calle
Un grupo de jóvenes bebe alcohol en torno a un cartel que indica donde|dónde se encuentra un punto de vacunación contra la Covid-19, durante el macrobotellon que reunió cerca de 40.000 personas en la plaza Espanya, el viernes pasado, durante las fiestas de la Mercè. / Foto: Pau de la Calle
Un grupo de jóvenes bebe cubatas en la plaza de España mientras bailan la música que suena de un gran altavoz que sostiene a una chica. Numerosos jóvenes, que en algunos casos no llegan a la mayoría de edad, participaron en estos encuentros en las noches de las fiestas de la Mercè de Barcelona. / Foto: Pau de la Calle
Dos jóvenes beben sentados sobre una parada de autobús de la plaza de España de Barcelona. Detrás, los coches circulan esquivando en las personas y los cristales que hay en el centro de la carretera. La Guardia Urbana no desvió el tráfico a pesar de encontrarse con una rotonda llena de gente. / Foto: Pau de la Calle
Un agente antidisturbios de la UREP da un porrazo a un joven durante los disturbios. Al su lado, dos jóvenes piden disculpas a los agentes con nerviosismo desde el interior de un coche, habían entrado en el coche para beber y escuchar música y a la hora de marcharse se habían quedado sin batería. / Foto: Pau de la Calle
Dos agentes antidisturbios del ARRO de los Mossos d'Esquadra delante de unas motocicletas incendiadas por los jóvenes en la Gran Vía de las Corts Catalanas de Barcelona durante los disturbios del viernes después del macrobotellón que concentró a cerca de cuarenta mil personas. / Foto: Pau de la Calle
Un ciprés cerca de la Fira de Barcelona es incendiado por los jóvenes durante los disturbios con la policía momentos después del macrobotellón de la plaza de España del pasado viernes 24 de septiembre. Los jóvenes quemaron árboles, contenedores, dos coches y varias motocicletas. / Foto: Pau de la Calle
Dos agentes de la UREP de la Guardia Urbana mantienen la posición en la línea policial delante de los pocos jóvenes que quedan en los disturbios mientras estos siguen realizando lanzamientos contra la policía. Una vez finalizada la jornada, el suelo de la plaza de España quedó lleno de desperdicios y cristales rotos. / Foto: Pau de la Calle
Un trabajador del Ayuntamiento de Barcelona engancha un papel indicando que la parada de autobús se encuentra fuera de servicio, ya que ha sido completamente destrozada. Hasta en torno a las 8 de la mañana no finalizaron los incidentes entre los jóvenes y la policía. / Foto: Pau de la Calle
Todo I que previamente en la fiesta mayor de Barcelona, la alcaldesa Ada Colau dijo: "No habrá fiesta en la calle para|por Mercè", estos días hemos visto cómo miles de jóvenes se han concentrado en plaza de España o a la playa de Bogatell. Organizando macrobotellons a través de las redes sociales. / Foto: Pau de la Calle
Un grupo de jóvenes bebe alcohol en torno a un cartel que indica donde|dónde se encuentra un punto de vacunación contra la Covid-19, durante el macrobotellon que reunió cerca de 40.000 personas en la plaza Espanya, el viernes pasado, durante las fiestas de la Mercè. / Foto: Pau de la Calle
Un grupo de jóvenes bebe cubatas en la plaza de España mientras bailan la música que suena de un gran altavoz que sostiene a una chica. Numerosos jóvenes, que en algunos casos no llegan a la mayoría de edad, participaron en estos encuentros en las noches de las fiestas de la Mercè de Barcelona. / Foto: Pau de la Calle
Dos jóvenes beben sentados sobre una parada de autobús de la plaza de España de Barcelona. Detrás, los coches circulan esquivando en las personas y los cristales que hay en el centro de la carretera. La Guardia Urbana no desvió el tráfico a pesar de encontrarse con una rotonda llena de gente. / Foto: Pau de la Calle
Un agente antidisturbios de la UREP da un porrazo a un joven durante los disturbios. Al su lado, dos jóvenes piden disculpas a los agentes con nerviosismo desde el interior de un coche, habían entrado en el coche para beber y escuchar música y a la hora de marcharse se habían quedado sin batería. / Foto: Pau de la Calle
Dos agentes antidisturbios del ARRO de los Mossos d'Esquadra delante de unas motocicletas incendiadas por los jóvenes en la Gran Vía de las Corts Catalanas de Barcelona durante los disturbios del viernes después del macrobotellón que concentró a cerca de cuarenta mil personas. / Foto: Pau de la Calle
Un ciprés cerca de la Fira de Barcelona es incendiado por los jóvenes durante los disturbios con la policía momentos después del macrobotellón de la plaza de España del pasado viernes 24 de septiembre. Los jóvenes quemaron árboles, contenedores, dos coches y varias motocicletas. / Foto: Pau de la Calle
Dos agentes de la UREP de la Guardia Urbana mantienen la posición en la línea policial delante de los pocos jóvenes que quedan en los disturbios mientras estos siguen realizando lanzamientos contra la policía. Una vez finalizada la jornada, el suelo de la plaza de España quedó lleno de desperdicios y cristales rotos. / Foto: Pau de la Calle
Un trabajador del Ayuntamiento de Barcelona engancha un papel indicando que la parada de autobús se encuentra fuera de servicio, ya que ha sido completamente destrozada. Hasta en torno a las 8 de la mañana no finalizaron los incidentes entre los jóvenes y la policía. / Foto: Pau de la Calle