El incendio en Bejís, en Castellón, quema sin parar y ya ha calcinado unas 10.000 hectáreas. Pero el de la Vall d'Ebo ya ha conseguido ser perimetrado por los efectivos que trabajan en la extinción del incendio, y las autoridades ya han informado a los vecinos de la zona que podrán regresar a casa. Las llamas, no obstante, ya han calcinado 11.500 hectáreas desde el pasado lunes 15 de agosto, según el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat Valenciana y el Consorcio Provincial de los Bomberos de Castellón. Aun así, las llamas de Bejís, que han llegado hasta la provincia de Valencia, mantienen un "comportamiento extremo", hecho por el que ha sido necesario evacuar cuatro municipios y dos campings. Mientras, 30 medios aéreos y más de 400 efectivos terrestres de distintos cuerpos y comunidades autónomas trabajan sin descanso a pesar de las "enormes dificultades" que se han producido durante las últimas horas. Las altas temperaturas, así como las rachas de viento que se registran en la región, y la propia orografía de la zona incendiada están dificultando las tareas de los servicios de emergencias, si bien la esperanza es que en las próximas horas el cambio de temperaturas previsto propicie la llegada de precipitaciones

Los efectivos tratan de contener las llamas como pueden. Sin embargo, el incendio es devastador —de hecho, calcinó un camión de bomberos e hirió a tres bomberos que ya están dados de alta— y en estos momentos sigue sin estar estabilizado, según informa el cuerpo provincial. El rápido avance de las llamas, que queman sin control, ha obligado a evacuar a los habitantes de los municipios de Bejís, Torás, Teresa y Sacañet, y a los usuarios de dos campings, el de Viver y el de los Cloticos, así como a cortar varias carreteras locales con el fin de facilitar las tareas de extinción del fuego. En total, se calcula que unas 2.000 personas han sido evacuadas o desalojadas preventivamente de sus hogares a causa de la cercanía de las llamas, la fuerte presencia del humo o el riesgo de que el fuego llegue hasta sus casas. 

Más de 400 efectivos terrestres, algunos venidos desde Catalunya, trabajan en el incendio de Bejís

El departamento de bomberos de la Diputación de Castellón dirige un dispositivo de más de 400 efectivos, incluidos bomberos de Diputación, bomberos forestales de GVA-SGISE, efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), efectivos del Consorcio de Bomberos de Valencia, bomberos del Ayuntamiento de València y de Castelló. A la vez, varios medios de las comunidades autónomas de Aragón, Castilla la Mancha, Cataluña y Murcia también han enviado efectivos para colaborar en la extinción del incendio. Además de este gran dispositivo desplegado, hay otros treinta medios aéreos combatiendo las llamas.

La orografía es "tremendamente dura" para los servicios de emergencias

El fuego empezó a quemar cerca de las cinco de la tarde del pasado lunes, 15 de agosto, y ya con mal pronóstico, obligó a evacuar el camping de los Cloticos y varias aldeas del término municipal de Bejís. Las llamas han continuado creciendo desde entonces, y en apenas dos días, han calcinado ya 9.900 hectáreas y obligado a evacuar a 2.000 personas, dejando uno de los peores incendios de la última década registrados en la Comunitat Valenciana. La orografía de la zona afectada por las llamas juega en contra de los servicios de emergencias, que califican el terreno de "tremendamente duro", ya que existen barrancos profundos, una masa forestal muy densa y distintas aldeas y urbanizaciones diseminadas por toda la zona. El cuerpo provincial asegura a Europa Press que tratan de contener con "redoblados esfuerzos" el "avance imparable" que las llamas han hecho en las últimas horas, y que en estos momentos el fuego "sigue sin estar estabilizado". 

Las condiciones meteorológicas complican las tareas de extinción de los bomberos

El incendio llega justo en una de las semanas más calurosas de todo el verano, y la meteorología no ha acompañado a los bomberos, ya que desde el lunes se registran altas temperaturas junto con fuertes rachas de viento. El 'president' de la Generalitat, Ximo Puig, ha señalado que la meteorología durante la mañana ha sido "muy negativa" y ha lamentado el cambio de viento repentino que se ha vivido la durante la madrugada, puesto que ha desplazado el fuego hacia Sacañet, obligando a desalojar esta localidad, algo que no estaba previsto. No obstante, se espera que los cambios de viento propicien un cambio de temperaturas y la llegada de lluvias y tormentas, las cuales ayudarían "de manera muy efectiva" a la situación. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha visitado el Puesto de Mando Avanzado (PMA) del incendio de Bejís, en Jérica, y de la misma manera que Puig, ha expresado su deseo de que las condiciones meteorológicas mejoren y permitan a los bomberos pasar de labores de "defensa" a labores de "ataque".