La implementación de la T-Mobilitat, la tarjeta 'contactless' que tendría que sustituir las actuales cartulinas en los títulos de transporte de TMB ha generado más problemas de los previstos. Aunque todavía está en fase de pruebas, el comienzo de la actual fase ya empezó con mal pie, con una importante filtración de datos de usuarios. Además el complicado sistema para conseguirla, que en la mayoría de casos obliga a acudir al usuario de forma presencial a un punto de información TMB y el aumento de las incidencias derivadas de su uso -dificultades en la recarga a distancia, por ejemplo- ha hecho que hayan aumentado de manera casi exponencial las visitas de los clientes a los puntos de información, cosa que ha derivado en una sobrecarga de trabajo de los trabajadores.

Por todo ello, los trabajadores de los puntos de atención de TMB, con una plantilla de una cincuentena de personas, se prepara para hacer paradas parciales en protesta todos los lunes a partir del 31 de enero después de efectuar el miércoles una asamblea. Según ha avanzado 'betevé', las paradas previstas serán de 9.30 a 12.30 h y de 17 a 20 h y el objetivo será denunciar la sobrecarga de trabajo en los cuatro puntos de información de la red del metro, situados a las estaciones de Universidad, Diagonal, la Sagrera y la Sagrada Familia. De hecho, los trabajadores han señalado que el pasado diciembre, en un momento álgido de difusión de contagios por la variante omicron de la covid, las bajas llegaron hasta el 60% de la plantilla, y así y todo, no se organizó ninguna sustitución.

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La T-Mobilitat, fuente de problemas / Europa Press

De hecho, en las últimas semanas los usuarios de Metro han podido observar cómo tanto la megafonía como los paneles de los andenes han estado dando información sobre los horarios de apertura de los puntos de información, con incidencias casi cada día. A esta situación de aumento exponencial de las bajas se ha sumado el crecimiento de la carga laboral a causa de las constantes incidencias que se encuentran los usuarios con que tienen la T-Mobilitat o quieren conseguir una, hecho que en algunos de los puntos de información generan largas colas de usuarios, cosa que según los trabajadores, disminuye la calidad del servicio de atención. Además, según han señalado los trabajadores a 'betevé', TMB se ha desentendido de los problemas de la nueva tarjeta, ya que en realidad es responsabilidad de la Autoridad Metropolitana del Transporte (ATM).

La T-Mobilitat, asignatura pendiente

La T-Mobilitat se tiene que convertir a medio plazo en el principal título de transporte de TMB y permitirá decir adiós a las tarjetas de cartulina, pero en la actual fase de pruebas todavía no ha alcanzado el éxito esperado. En octubre se abrió a todos los usuarios con el añadido que incluía importantes descuentos de más del 50%, que en todo caso ya han sido armonizados, de manera que no hay diferencia de precios, por ejemplo, entre la T-Usual ordinaria y la misma a través de la T-Mobilitat. Además, adquirir la T-Mobilitat tiene un coste inicial de 2,50 euros. Los problemas sin embargo, empezaron en el mismo momento de puesta en marcha de la nueva fase de pruebas, ya que un agujero de seguridad dejó al descubierto datos de los clientes y comportó que la ATM cerrara la aplicación.

Huelga también en los autobuses

Esta convocatoria se suma a la huelga convocada por los conductores de autobús de TMB prevista para el 17 de febrero para exigir la dimisión de Laia Bonet, presidenta de la empresa a raíz del conflicto por el caso del conductor de autobús acusado de no abrir las puertas a dos chicas; un caso que acabó dando la razón al conductor, que aseguraba que había actuado de manera correcta. Los conductores han acordado hacer paros del servicio de bus el 17 de febrero desde las 9 hasta las 15 horas. La convocatoria coincidirá con la huelga estatal ya convocada para pedir la jubilación a los 60 años y para reclamar los impagos de 25 millones de euros de TMB a la plantilla de conductores por un error contable.

TMB concluyó que el conductor del autobús H16 investigado por supuestamente no abrir las puertas a dos adolescentes el mes de diciembre actuó correctamente. Según la investigación interna, los parámetros técnicos indicaron que abrió la puerta en la primera parada que le solicitaron. Así, TMB cerró la investigación por la denuncia de una mujer según la cual el conductor se había negado a dejar bajar a sus hijas, de 12 y 18 años. Sin embargo, los sindicatos consideran que la respuesta inicial de Bonet —"No permitiremos que eso vuelva a pasar"— fue inadecuada y sometió al trabajador a linchamiento público.