La huelga indefinida de los socorristas de las playas de Barcelona, que empezó el pasado viernes 1 de agosto, se ha convertido en un dolor de cabeza para el Ayuntamiento de la ciudad. La primera teniente de alcaldía de Barcelona, Laia Bonet, muestra "preocupación" por el mantenimiento de la huelga de socorristas y apela a la "responsabilidad" de los trabajadores para poner fin al conflicto laboral. El sindicato CGT ha anunciado este viernes que los socorristas de las playas de Barcelona mantienen, después de una reunión con el ayuntamiento de la capital catalana y la empresa FCC, la huelga indefinida que iniciaron hace una semana. Bonet asegura que se había alcanzado un "buen preacuerdo" después de conversaciones diversas y un proceso de mediación, por eso ha mostrado "sorpresa" por el rechazo del preacuerdo este jueves por la noche por parte de la asamblea de trabajadores. "Estamos en pleno agosto y a las puertas de una nueva ola de calor con un servicio que es básico", ha afirmado Bonet. Hay que recordar que las muertes en las playas catalanas se han convertido en un problema recurrente, y ya son 17 las víctimas mortales las que se han producido desde el inicio de la campaña de baño el pasado 15 de junio, la mayoría de las cuales se dan en la Costa Central y la Costa Brava, aunque se han producido incidentes en las playas de la Barceloneta, Somorrostro y en la zona del espigón del Gas.
Los "esfuerzos" de Barcelona
La teniente de alcaldía ha recordado que el contrato actual del servicio tiene solo un año de duración y ya incorporaba varias mejoras, como un 40% más de retribución de lo que estipula el convenio del sector y la temporada "más larga" de todos los municipios catalanes, empezando antes y acabando después de que el resto. "Los esfuerzos (de Barcelona) son incomparablemente mayores que cualquier otra población y con un contrato nuevo y acordado con ellos hace un año", ha añadido. De acuerdo con la teniente de alcaldía, el preacuerdo que finalmente no fue ratificado en asamblea ayer jueves, incluía un refuerzo de la temporada, con equipos a partir de un adelanto de la temporada con más presencia en las playas. "Es la línea de trabajo que se está cogiendo desde hace semanas con FCC, pero también con el colectivo de socorristas y creo que el preacuerdo era un buen preacuerdo", ha añadido. Por eso, Bonet ha insistido en pedir "responsabilidad" a los socorristas. La huelga indefinida empezó hace justo una semana y los servicios mínimos se encuentran fijados al 50%, hecho que provoca que haya torres de vigilancia cerradas en varias playas de la ciudad.
La misma propuesta, según los socorristas
Los socorristas, en cambio, no están satisfechos con los resultados de las negociaciones. En un comunicado, la sección de la CGT del Servicio de Salvamento y Socorrismo de las playas de Barcelona asegura que la administración y la compañía presentaron "la misma propuesta de que ya mostraron el pasado 18 de julio", un documento que fue "uno de los detonantes" de la huelga al "no garantizar un servicio adecuado a las necesidades" de la ciudad condal. "El servicio de salvamento y socorrismo requiere un rediseño inmediato, de acuerdo con la realidad del litoral barcelonés, con garantías de seguridad para los usuarios y condiciones laborales dignas para la plantilla", urge el sindicato, que avisa de que, mientras tanto, la huelga continúa.
¿Piden los socorristas?
Las reivindicaciones de los socorristas se centran en alcanzar la temporada de trabajo, contratar más personal para hacer frente al incremento de público en las playas en los últimos años y mejorar las instalaciones de vigilancia. Reclaman que se amplíe tanto el periodo de temporada alta como el de temporada baja de vigilancia, cosa que permitiría reducir la temporalidad de parte de la plantilla.
Según el comunicado, la propuesta más reciente del Ayuntamiento de Barcelona contempla un "plan de mejoras inmediatas que no se han materializado" para los módulos de salvamento donde se ubican los socorristas, así como un "proyecto de remodelación" para finales de 2026, cosa que perpetúa las deficiencias hasta la temporada siguiente. Además, se introdujo "una semana adicional de trabajo" para la temporada alta, que iría del 30 de mayo al 13 de septiembre, y dos plazas más en el operativo de playas. "El ayuntamiento sigue basando sus necesidades exclusivamente en los datos de afluencia de usuarios a la arena, ignorando completamente la cantidad de personas que se encuentran en el agua o en las zonas próximas al paseo marítimo", sostiene la CGT, cosa que genera un diseño de servicio ineficaz.