El sindicato Élite Taxi propone que la nueva ley catalana que regulará el sector del taxi y de los VTC, que se está negociando con la Generalitat, incluya la obligación de conocer la lengua catalana.

Tito Álvarez, portavoz de Élite Taxi, apunta de que están “hartos de que se diga que hay taxistas que no conocen ni el catalán ni el castellano”. Por este motivo, aprovechando la negociación de la nueva ley del sector –“que el Besós pasa por Sant Adrià”–, han propuesto la programación de cursos de reciclaje de catalán y que se exija la comprensión de esta lengua para trabajar como taxista.

Precisa que no están reclamando que se exija el nivel C de catalán, pero sí unos mínimos conocimientos del idioma que incluyan comprenderlo y hablarlo. Para ello, proponen que todos los profesionales del sector, que se dedican al traslado de pasajeros, superen una prueba presencial oral. “Quien no la pase, no podrá ejercer”, indica Tito Álvarez.

Precisa que se trata de “mejorar el acceso a la profesión”, haciendo que sea “indispensable un buen conocimiento del catalán”. Para ello, reclaman cursos de reciclaje para todo el sector.

Tito Álvarez recuerda el “escándalo” de algunas oposiciones públicas, en las que se han presentado certificados de idiomas falsos sin comprobar si se dominan.

En la actualidad, el Instituto Metropolitano del Taxi (IMET) exige un dominio mínimo de catalán y castellano, así como un conocimiento de esta área antes de obtener la correspondiente autorización para el transporte de pasajeros.

Régimen sancionador

Por otra parte, Élite Taxi recuerda a la Generalitat que debe “endurecer el régimen sancionador con aquellos taxistas que estafen o realicen fraudes ejerciendo a la profesión”.

Élite Taxi realizó esta propuesta en la reunión que mantuvo el martes, en el Departamento de Territorio de la Generalitat, en el marco de la negociación de la nueva ley que regulará el transporte público con vehículos de hasta nueve plazas. Esta nueva ley regulará el funcionamiento del taxi, de los vehículos de alquiler con conductor –conocidos como VTC– y de las plataformas dedicadas a la intermediación. La previsión de la Generalitat es que el borrador esté listo antes de acabar este año para que entre en vigor el próximo verano.

En principio, la nueva ley catalana diferenciará las VTC “tradicionales”, vehículos de alta gama contratados para ocasiones especiales, de aquellos que trabajan a diario con las apps de grandes compañías.