A mediados de 2020, la Pista Poliesportiva la Sagrera de Barcelona aplaudió una ampliación que consistió en una pista de entrenamiento para practicar el hockey sobre patines. No era todo lo que deseaba la UTE Esportiu la Sagrera -la entidad que se encarga de la gestión del complejo deportivo-, porque si la nueva pista se consideró 'de entrenamiento' es porque no hacía las medidas reglamentarias para poder competir de forma oficial, pero al menos ya había un espacio para preparar los partidos... hasta ahora, que el plan de ubicación del nuevo CAP Sagrera prevé eliminar la pista para construir el equipamiento sanitario, sin dar ninguna solución a los usuarios. Exactamente desvestir a un santo para vestir a otro.
De hecho, esta pista que no hace las medidas y que, además, presenta graves problemas de humedades, es un complemento de un equipamiento instalado en una cierta provisionalidad desde que se inauguró, en 1993, con una arquitectura más parecida a un entoldado de fiesta mayor que en un polideportivo con todas las de la ley. Situada en la calle Hondures, 18, en el distrito de Sant Andreu, todo el recinto deportivo clama por una renovación que, si llega, será al precio de eliminar la pista deportiva para meter en un mismo espacio el nuevo Centre d'Atenció Primària (CAP) y el polideportivo, en una decisión del Ayuntamiento que no ha convencido a todo el mundo, y que además, es contraria a un acuerdo marco del año 2010 donde el entonces alcalde, Jordi Hereu, acordaba que el espacio comprendido entre las calles de la Sagrera, Hondures, Josep Estivill y pasaje de Bofarull estaría destinado a uso como Centro Deportivo.
"Estaremos desahuciados en un año", afirman los gestores de la instalación en declaraciones a elNacional.cat, donde exponen que la solución aportada por el Ayuntamiento para el nuevo CAP no prevé ninguna solución para los equipos que entrenan en esta pista, una nueva chapuza municipal que cuestiona nuevamente la política del gobierno Colau, esta vez con respecto a las instalaciones deportivas -y que se suma a los problemas conocidos esta semana por el equipo femenino de fútbol sala CFS Eixample-. De hecho, según explican las mismas fuentes, desde que se anunció la asignación del espacio para el nuevo CAP, están pendientes de quedarse sin espacio y sin ninguna solución alternativa para seguir haciendo sus entrenamientos.
El CAP se ha quedado pequeño
En octubre de 2021, poco de un año después de la inauguración de la pista deportiva, se anunciaba, por parte de la conselleria de Salud y el Ayuntamiento de Barcelona, el acuerdo para reubicar el CAP, que se ha quedado pequeño y necesita nuevas instalaciones para atender correctamente a los usuarios. Con todo, en el acuerdo se especificaba que la nueva instalación sanitaria se ubicaría "al lado del polideportivo la Sagrera" aparte de unos módulos provisionales que se situarán en terrenos actualmente afectados por las obras de la estación de tren de la Sagrera, pero la realidad es que supondrá la desaparición de la pista adyacente.
���� Salud y el Ayuntamiento de Barcelona acuerdan la nueva ubicación de la CABEZA|CABO|JEFE La Sagrera.
— Salud (@salutcat) October 27, 2021
���� El nuevo CABE se ubicará justo al lado del polideportivo La Sagrera y los módulos provisionales a sólo 300 metros del centro. pic.twitter.com/R6508xaxSL
La necesidad de uno nuevo CAP no está en duda y responde a una reivindicación largamente pedida por los vecinos del barrio, sin embargo, según relatan los gestores de la instalación deportiva, desde el Ayuntamiento se les habían dado garantías repetidas que no les afectaría, ya que había varias ubicaciones posibles. Todo cambió en una reunión de seguimiento en la que consiguieron ser invitados: "nos informaron de que la ubicación sería allí donde estamos nosotros". De hecho, aquella reunión se cerró entre la alegría del resto de convocados, felices de haber desencallado una cuestión importante para el barrio, pero ellos se quedaron con la preocupación de cuál sería el futuro de la pista deportiva.
De hecho, según recuerdan las fuentes citadas, todavía no han encontrado ningún emplazamiento alternativo, porque a la ya conocida falta de equipamientos deportivos, reconocida incluso por el concejal de Deportes, David Escudé, hay que tener en cuenta que la "política Colau de reconversión de los patios escolares", comportará la reducción de más pistas deportivas. Por todo ello, apuntan que desde el Ayuntamiento "no hay voluntad política de resolver el problema" y señalan que con la desaparición de la pista no sólo desaparecerán los entrenamientos de hockey sobre patines, sino también otros proyectos sociales que se desarrollan en la misma pista con intervención de colectivos vulnerables como Menas o personas con discapacidades.
Una alternativa viable
Ante esta situación, varias entidades del barrio, como la Associació de Veïns i Veïnes de la Sagrera, como representante de todo el vecindario, la Federació d'Entitats Socioculturals Espai 30, la Fundació Sagrera, la Nave Ivanow, la UTE Esportiu la Sagrera, como representante de todas las personas y entidades usuarias del polideportivo y la Plataforma Salvem el CAP de la Sagrera han dado forma a una propuesta consensuada de reordenación del suelo público donde actualmente están situadas la Nau Ivanow, el Espai 30 y las pistas polideportivas de la Sagrera, que permite aprovechar el espacio para incluir el CAP y construir un nuevo polideportivo que no perderá ninguna de las pistas actual, sino que en todo caso, ganaría más instalaciones.
Con todo, esta propuesta vecinal no ha sido aceptada por el Ayuntamiento de Barcelona que les ha puesto como excusa el no encontrar lugares donde reubicar provisionalmente a los usuarios del polideportivo actual mientras se hacen las obras, aunque los mismos usuarios ya han propuesto opciones alternativas como el uso provisional del futuro pabellón deportivo de la calle Espronceda o habilitar algún espacio en la amplia zona que ocupan las obras de la estación de tren de la Sagrera. Ante este panorama, lamentan que el ayuntamiento no les dé ninguna solución, pero a pesar de eso no se dan por vencidos para salvaguardar las instalaciones deportivas.