La Plataforma civil ZOOXXI se querelló contra el Zoo de Barcelona en diciembre de 2020 ante la Generalitat de Catalunya por la muerte de decenas de aves durante la DANA del otoño del 2019 y durante el temporal Glòria, en enero del 2020. La denuncia llevó al Govern a sancionar el parque zoológico con una multa de 28.000 euros, que la empresa pública Barcelona Servicios Municipales (B:SM), propietaria del Zoo, recurrió. Cuatro años después de aquellos hechos, finalmente la semana pasada se celebró el juicio por la muerte de estas aves, que ha quedado visto para sentencia. Sin embargo, la coordinadora científica de ZOOXXI, Rosi Carro, insiste en declaraciones a ElNacional.cat que el parque no ha hecho ninguna remodelación en los aviarios al aire libre donde se produjeron las muertes, y advierte que, en caso de que se produzca un nuevo temporal de estas características, las aves estarán "totalmente desprotegidas".

El caso de la muerte de aves durante el temporal Glòria

A lo largo de estos años, y también durante el juicio, el Zoo de Barcelona ha negado cualquier negligencia en la muerte de aves en sus instalaciones durante el temporal Glòria. En el recurso presentado contra la sanción de la Generalitat argumenta que los aviarios "contaban con la suficiente vegetación —árboles y arbustos—, para que los animales se pudieran cobijar", señalando que eso es lo que harían "en su hábitat natural". Por otra parte, afirma que la intensidad y los efectos del temporal Glòria fueron "superiores a los pronosticados".

Carro admite que las muertes de la DANA quizás no se podían prever, pero apunta que, una vez adquirida la experiencia de este episodio, se tendría que haber actuado para evitar que se repitiera en el caso del temporal Glòria, y recuerda que la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) emitió avisos con tres días de antelación. En este sentido, considera que, ante la imposibilidad de modificar las instalaciones en un breve periodo de tiempo, se tendría que haber trasladado las aves a un refugio provisional, especialmente a aquellas especies de tamaño pequeño, que fueron las principales afectadas, como cercetas pardillas y avefrías armadas.

La entidad animalista critica que el Zoo de Barcelona no adecue las instalaciones en el contexto de la emergencia climática. Siguiendo con el caso de las aves, Carro denuncia que en los aviarios hay mezcladas especies que pertenecen a varios tipos de ecosistemas, y que, así, las pajareras "no cumplen ningún tipo de función ecológica" sino que están orientadas puramente a "la exhibición" de pájaros. En este sentido, ZOOXXI lamenta que la legislación no determina cómo tienen que ser las instalaciones y los protocolos para garantizar el bienestar de los diversos tipos de especies, y considera insuficientes las guías de buenas prácticas elaboradas por los mismos zoos.

La pugna por el cumplimiento de la nueva ordenanza

Detrás de las exigencias de ZOOXXI para modificar las instalaciones de las aves está la pugna por el cumplimiento|cumplido de la ordenanza de protección, tenencia y venta de animales del 25 de julio del 2014, modificada en mayo del 2019 a raíz de una iniciativa ciudadana de la misma plataforma. La ordenanza prohíbe la reproducción de animales en el Zoo, a excepción de aquellas especies que tengan asociadas un programa de reintroducción en la naturaleza, priorizando la conservación in situ, es decir, en el hábitat natural. También estipula que el Zoo se tiene que convertir en un centro de Rescate, Recuperación y Reubicación —o acogida, en caso de no poder reubicar— de animales de la fauna silvestre provenientes de situación de maltrato, decomiso o heridos. Finalmente, el parque tiene que ejercer una función pedagógica con el fin de educar a la ciudadanía en el respeto a los animales y desarrollar la conciencia ambiental.

En la práctica, estas directrices implican que el Zoo tiene que reducir el número de especies que acoge y priorizar a aquellas autóctonas. En el caso de animales que pertenecen a hábitats lejanos, como pueden ser los rinocerontes, las cebras o los elefantes, la propuesta es trasladarlos a santuarios o refugios, o, en caso de que no sea posible, garantizarles las mejores condiciones de vida hasta su muerte. En tanto que la reproducción de estos animales queda prohibida, tampoco se podrían adquirir nuevos ejemplares una vez mueran, de manera que estas especies desaparecerían progresivamente del Zoo.

Sin embargo, desde ZOOXXI critican que, cuatro años después de la aprobación de esta ordenanza, no se están aplicando algunas de las cuestiones fundamentales que se recogen. Así, la coordinadora científica, Rosario Carro, asegura que no se ha elaborado ningún listado con los animales que dejarán de reproducirse. También afirma que siguen intercambiando animales con otros zoos de Europa y que no se ha valorado trasladar animales a santuarios, como se podría hacer en el caso de las elefantas.

El Zoo ha rechazado hablar con este diario sobre el cumplimiento de la ordenanza, pero de las publicaciones en la web se desprende que ha dado algunos pasos en esta dirección, como con la constitución del Comité Científico y de Ética, o la profundización en programas de conservación in situ. A pesar de que uno de los objetivos es reducir el número de especies, en su web aún se recoge que el Zoo cuenta con más de 300 especies animales, cifra que ya constaba en 2019. 

Uno de los principales reproches de ZOOXXI es que el modelo de exhibición de animales sigue vigente, por lo que reclama una modificación de las instalaciones y destinar más esfuerzos a explicar que los animales son seres con "capacidades emocionales y cognitivas" para tal de "cambiar la relación de los humanos con el resto de especies".