El transporte público de Barcelona baja el ritmo en el primer día sin escuelas, institutos o universidades abiertos en Catalunya como medida de precaución para evitar contagios del Covid-19, que ya ha infectado a más de 3.000 personas en el Estado y 300 en Catalunya. Este jueves, antes de que cerraran las escuelas, TMB informó que el uso de transporte público había bajado un 8%.

Las estaciones de metro y de tren de la capital catalana daban una imagen más similar a la de los fines de semana que la de un día laborable con vestíbulos, andenes y trenes menos concurridos. Los vagones se han llenado de muchas mascarillas, pañuelos y bufandas para tapar la cara de los usuarios.

También la gran mayoría de trabajadores que están de cara al público, ya sea en los mostradores, en las taquillas o en los bares de las estaciones, han optado por cubrirse el rostro de alguna manera.

Lejos de las habituales aglomeraciones de primera hora en el transporte público, este viernes los usuarios han mantenido las distancias, siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias, que consideran que se tiene que dejar un metro como mínimo entre personas.