Nuevo revés para Jaume Collboni. El gobierno municipal de Barcelona ha certificado su soledad este viernes en la votación de las ordenanzas fiscales para el año 2024 en el plenario. Si hace una semana la oposición ya las tumbaba en la comisión de Economia i Hisenda, en esta ocasión se ha repetido la derrota en el marco del pleno. El proyecto fiscal para el ejercicio siguiente solo ha contado con el apoyo de los 10 concejales del PSC, mientras que los 31 ediles de la oposición han vuelto a votar en contra (Trias per Barcelona, Barcelona en Comú, Esquerra Republicana, Partido Popular y Vox). Tampoco ha prosperado la tasa de terrazas, que el gobierno socialista había acordado con el Gremi de Restauració para plantearlo como un tributo progresivo y que ponía fin a la bonificación del 75%. Esta medida, que se ha votado por separado con el objetivo de que al menos esta sí que se aprobara, solo ha contado con el apoyo del PP y Vox, de manera que los 16 'sí' han sido insuficientes respecto a los 25 votos contrarios (Trias per BCN, BComú y ERC).

Desde Trias per Barcelona, el concejal Ramon Tremosa ha lamentado la manera de negociar del gobierno de Jaume Collboni: "Presentaron las ordenanzas fiscales sin negociar, nos piden que les hagamos confianza y que ya hablaremos después, de esta manera se hace difícil trabajar". En este sentido, Tremosa ha recordado que su grupo planteó una rebaja del IBI del 2%, una medida que ha precisado que habría tenido un impacto de entre 15 y 20 millones de euros. De hecho, el edil juntaire ha manifestado que el PSC ya era "consciente" de que eso pasaría: "Si no hay gobierno, no hay presupuesto. Si no hay rebaja del IBI, no tendrá ordenanzas fiscales. Han tenido tiempo de cambiar de posición".

La "reprobación" a Collboni y los "socios" del gobierno en las ordenanzas, "Vox y el Gremi"

Barcelona en Comú ha endurecido el tono contra el PSC y también han criticado que estas ordenanzas no se han negociado. Contrariamente a lo que planteaba Junts, Jordi Martí Grau ha defendido que no hacía falta "ninguna rebaja fiscal" porque la economía está creciendo y apostaban por "reforzar la capacidad económica" del consistorio. "Este es el acuerdo más importante, junto con los presupuestos, que toma el plenario anualmente. Había que articular un proyecto de ciudad con una mayoría amplia de izquierdas y no ha sido posible", ha denunciado el concejal de los comunes. Para la formación capitaneada por Ada Colau, se trata de la "segunda parte de un fracaso estrepitoso de Collboni" y que consideran que "se tiene que leer como una auténtica reprobación": "Ante un fracaso, no se puede responder atacando. Nosotros votamos la investidura del alcalde sin tener nada pactado y lo que queremos es un gobierno a tres y que Esquerra esté en él".

También Ernest Maragall ha sido contundente contra el ejecutivo de los socialistas. Desde la perspectiva de Esquerra Republicana, las ordenanzas fiscales generan "muchas preguntas y ninguna respuesta adecuada". "No nos han explicado qué ciudad quieren", ha aseverado Maragall. El republicano también ha apuntado contra la aproximación que, según su opinión, está haciendo Jaume Collboni a las "derechas" del consistorio: "Sus únicos socios, en términos de votos y de ordenanzas, son Vox y el Gremi. La ciudad pierde, Barcelona vale mucho más que la manera en que ustedes la tratan".

Por parte del PP, Ángeles Esteller ha defendido el voto en contra a las ordenanzas porque son "continuistas" y mantienen una "presión fiscal asfixiante" para los barceloneses. Los populares también planteaban una rebaja del IBI, que cuantificaban en un 5%. Sobre la tasa de terrazas, Esteller ha explicado que el acuerdo con el Gremi les parece "insuficiente", pero han votado favorablemente porque "el sector tiene que tener una seguridad". Desde Vox, se han expresado en términos similares y Gonzalo de Oro ha detallado que su voto favorable a la tasa de terrazas se explica por el apoyo del Gremi: "Si ellos lo ven bien, vale la pena darle apoyo, porque detrás de las terrazas, hay familias, comercios y puestos de trabajo en juego". De Oro ha reprochado a Junts el voto en contra en este punto.

El PSC acusa a la oposición de haber renunciado a su "convicción" y "carece de responsabilidad"

El cuarto teniente de alcalde, Jordi Valls, ha acusado a la oposición de "haber renunciado a su convicción" y haber "reducido bastante su responsabilidad" en la votación de las ordenanzas fiscales. "Creo que la ciudad espera responsabilidad de nosotros y que no nos enroquemos en posiciones maximalistas", ha lanzado. Valls ha defendido las ordenanzas porque no plantean "más presión fiscal" y porque propone "bonificar las nuevas inversiones" en la ciudad. El concejal socialista se ha dirigido a Barcelona en Comú para acusarlos de un "exceso de sobreactuación" y les ha señalado que "ya han pasado bastantes meses para entender los resultados electorales". A pesar de este nuevo traspié, para Jordi Valls "hoy no ha acabado nada, hoy empieza todo": "Nuestra voluntad de diálogo sigue intacta, hemos querido hablar con todo el mundo y así lo haremos, pero eso no se puede hacer desde la amenaza ni desde la exigencia", ha advertido a los grupos. Uno de los que ha recogido el guante es Ramon Tremosa, que ha dirigido un mensaje al PSC: "Tenemos tiempo para seguir hablando de las ordenanzas si lo quieren".