Ciudadanos quiere cerrar la carpeta Paco Sierra, protagonista de la política interna de este partido en el Ayuntamiento de Barcelona desde que urdió una maniobra por la cual consiguió el cargo de presidente del Grupo Municipal y la renuncia de Luz Guilarte en la política activa. Después de que la semana pasada el partido españolista anunció que había roto "las negociaciones con Paco Sierra", después "de intentar resolver la situación en el grupo municipal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Barcelona", este lunes, Anna Grau, portavoz y diputada de la formación en el Parlament de Catalunya, ha anunciado que Sierra ha sido expulsado.

"El expediente de expulsión ha acabado con su expulsión", ha anunciado Grau este lunes por la mañana, para precisar a continuación que las otras dos concejales de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Barcelona, Noemí Martín y Julia Barea, siguen formando parte del grupo. Según la misma Grau, lo más probable es que ahora Sierra acabe lo poco que queda de mandato como concejal no adscrito, donde encontraría a su antigua compañera a Ciudadanos Marilen Barceló, que ahora está en la órbita de Valents. Con todo, el partido está pendiente de las alegaciones que pueda presentar Sierra, que tendrá que estudiar al Comité de Garantías.

"Candidatura robusta"

A la espera de la reacción de Sierra, la crisis abierta en Ciudadanos ha dejado al partido sin candidato a las elecciones municipales de mayo de 2023, después de que Guilarte renunciara. De hecho, el mismo Sierra ya se había autodescartado para liderar la lista y, sobre la mesa, de momento solo hay la propuesta de la misma Anna Grau de devenir cabeza de lista en la capital catalana. En todo caso, Grau ha asegurado que el partido trabaja ahora en dar forma a una "candidatura robusta, ilusionada y valiente para la ciudad de Barcelona" y no ha descartado unas primarias.

Una vez cerrado el expediente y a la espera de lo que pueda pasar con las alegaciones, se espera que Ciudadanos comunique formalmente la decisión al Ayuntamiento de Barcelona. Como el acta de regidor es personal, la expulsión del partido no comportará que Sierra deje de ser concejal, pero sí que forme parte del grupo municipal de Ciudadanos, de tal manera que, a no ser que él renuncie personalmente, podrá quedar como concejal no adscrito los seis meses que quedan de mandato. Por su parte, Sierra ya afirmó que presentaría alegaciones por el conducto reglamentario, sin descartar llevar su caso a la justicia ordinaria.

La expulsión de Sierra es un capítulo más del vodevil que vive Ciudadanos en Barcelona desde que la marcha de Celestino Corbacho cambió los equilibrios de poder y facilitó que Sierra cogiera las riendas del partido a nivel municipal. De momento, el resultado de todo ello es que Guilarte ha dejado la política y que el grupo de Ciudadanos, que en coalición con Manuel Valls consiguió seis concejales, podría cerrar el mandato con solo dos concejalas, las dos de incorporación reciente al pleno municipal.