El paso de Coldplay por Barcelona está regalando momentos épicos para los asistentes, como el que se produjo en el primer concierto, cuando Chris Martin detuvo el espectáculo, para observar atentamente un pilar formado por unos asistentes al espectáculo. Pero los cuatro conciertos que la banda ofrece en la capital catalana no están siendo tan mágico para todo el mundo; en la otra cara de la moneda se sitúan los afectados. La asociación vecinal de Afectados por la Contaminación Acústica y la Masificación (PACAME) ha denunciado el alto volumen de los conciertos de Coldplay en el estadi olímpic Lluís Companys de Montjuïc, ya que sus canciones se han podido escuchar en varios barrios de la ciudad.

La PACAME, que lucha contra el incivismo, el ruido, la masificación y los botellones que no dejan descansar a los vecinos, ha expresado a través de su canal de Twitter su queja por el volumen de los tres conciertos que hasta ahora ha ofrecido Coldplay en Barcelona. En un tuit, la asociación ha explicado que durante uno de los conciertos de la banda británica han medido con el sonómetro hasta 56,8 decibelios en un domicilio situado a un kilómetro de distancia del estadio olímpico. "¿Las autoridades permiten hasta 53 dB, una burrada igualmente, os podéis imaginar qué escuchan los vecinos más próximos?", se pregunta PACAME, que recuerda que con el de hoy será cuatro noches de conciertos de Coldplay.

Críticas a los fuegos artificiales del final del concierto

La PACAME recuerda que este domingo se celebra un nuevo concierto de Coldplay, y aparte del volumen de la música, también critican los fuegos artificiales con los cuales cierran cada concierto, con dos tracas finales, "¿no son conscientes de que la gente duerme para madrugar e ir a trabajar"?, y cuestiona "por qué lo permite el ayuntamiento? Todo se vale"?.

En la misma línea se han manifestado los vecinos de los barrios de Poble-sec, Sants y el Eixample, que también se han quejado del elevado volumen de los altavoces de los conciertos que iniciaron el miércoles pasado Coldplay y que concluirán hoy con el cuarto y todas las entradas agotadas. Algunos vecinos han explicado a las redes sociales que el volumen es tan elevado que incluso identifican cada canción. Vecinos de la avenida de Rius y Taulet han explicado a betevé que están "cansados" de los acontecimientos masivos que se celebran a Montjuïc y también de los festivales de música y de los conciertos que se celebran, y aunque han reconocido que esta vez no oyeron vibrar los cristales de las viviendas, como otras veces, sí que midieron el ruido durante las horas del concierto y constataron que los decibelios superaron los límites.

El Ayuntamiento defiende que se respeta la normativa

El Ayuntamiento ha contestado a estas críticas vecinales, y según apunta el citado medio, han explicado que durante el primer concierto se siguió toda la normativa vigente y utilizaron los sonómetros de pista que controlan en el minuto el nivel de afectación y garantizan el cumplimiento de los límites marcados. Además, se controló la afectación sonométrica en el exterior del estadio y se comprobó que se cumplía con los límites establecidos, aunque el consistorio ha admitido que hay factores ambientales, como el viento, que influyen en la propagación del ruido.

El grupo británico concluye hoy la serie de cuatro conciertos en Barcelona, su única actuación en esta gira en España, a los cuales habrán asistido más de 220.000 personas. No es la primera vez que un concierto en el estadio olímpico genera quejas por parte de vecinos y entidades, y uno de los más polémicos fue el concierto de Guns N' Roses en el 2018.