La relación Coldplay-Barcelona siempre ha sido especial: confirmado que el himno más icónico de Coldplay nació en Barcelona. La banda británica formada por Chris Martin, Jonny Buckland, Guy Berryman y Will Champion está en Barcelona, uno de los destinos de la gira mundial Music of the Spheres y con una entrevista en TV3, el batería Will Champion ha denotado que el vínculo que hay entre la ciudad y ellos "es muy especial".

Desde sus inicios, Barcelona fue un destino primordial de Coldplay, más concretamente, hace 15 años fue donde nació la canción Viva la Vida, los coros se grabaron aquí, pero no solo nació aquí, sino que la ciudad también lo ha convertido en un himno. "La primera vez que la oí fue en una iglesia de Barcelona", ha dicho el batería, recordando el viaje que hicieron en la ciudad catalana para grabar el disco Viva la Vida (2008). Durante aquel viaje recorrieron distintas iglesias buscando el sonido que ofrecen los templos, acompañados solo de una guitarra acústica, un par de micrófonos, un ordenador portátil y algunos cascos. Es verdad que la piel de gallina es inmediata para cualquier culé solo con los primeros acordes de la melodía de Viva la Vida, el recuerdo del Barça de Guardiola todavía está presente y Coldplay son conscientes. Champion, justo después del primer concierto ha hablado de cómo, a pesar de saber la intensa relación entre Barcelona y Viva la Vida, no ha sido hasta el primer concierto al Estadi Olímpic Lluís Companys que ha podido comprobarlo.

COLDPLAY 18 / Foto: Montse Giralt
Coldplay en Barcelona / Foto: Montse Giralt

A pesar de saber la intensa relación entre Barcelona y Viva la Vida, no ha sido hasta el primer concierto al Estadio Olímpico Lluís Companys que ha podido comprobarlo

Así pues, la relación Coldplay-Barcelona es especial y exponencial, solo hay que ver los números de audiencia; la primera vez que la banda británica actuó en Barcelona, dieron un concierto en la Sala Apolo con 700 asistentes y actualmente han llenado cuatro estadios olímpicos de Lluís Companys con una congregación total de unas 200.000 personas, las cuales serán testigos privilegiados del directo de la banda británica y, por qué no, de la reafirmación de que cuatro acordes nos pueden transportar a toda una época.