El jueves de la semana pasada no fue un buen día para los vecinos de la barriada del Camp de la Creu, un núcleo histórico del distrito de les Corts que mantiene un conflicto abierto con el Ayuntamiento de Barcelona por el mantenimiento de una serie de edificaciones históricas sobre las cuales pesa la amenaza de derribo dentro de un plan de reforma que tiene una prolongación importante en el vecindario adyacente de la Colònia Castells, donde el plan municipal de parque urbano está muy alejado de las peticiones de los residentes de la zona y usuarios del parque. El jueves, 6 de octubre, operarios del ayuntamiento procedieron a retirar la cabeza de macho cabrío que presidía hasta ahora el edificio de la calle de Montnegre, 44-46, que será derribado de manera inminente

Colònia Castells (Les Corts) - Montse Giralt
La cabeza de macho cabrío, icono del barrio del Camp de la Creu, antes de ser retirado / Foto: Montse Giralt

Esta cabeza de macho cabrío es la parte más icónica y patrimonial de un conjunto de edificaciones, todos los inmuebles que dan a la calle Entença entre Gelabert y Montnegre, que tienen que ir al suelo. La figura que lucía en la fachada era una muestra del oficio de peleteros de la familia que lo hizo construir y una vez retirada, la intención es conservarlo gracias a la presión ejercida por los vecinos en este sentido. Ahora bien, la retirada es también una constatación de que el plan de demoliciones continúa adelante y que la cabeza del animal es lo único que se conservará de una finca que destaca también por detalles como los hierros forjados de las balconadas y las decoraciones de la fachada, muestra incluso de la diferencia antigua de clases sociales entre la Colònia Castells -obreros- y el Camp de la Creu -comerciantes-.

Con esta situación y en el contexto de la Fiesta Mayor de les Corts, este domingo se celebró en la plaza del Carme, centro neurálgico del Camp de la Creu un merienda-exposición para dar a conocer la situación del barrio y alertar de que a partir de este lunes empieza la cuenta atrás para el derribo de la llamada casa del macho cabrío, ahora ya sin la cabeza del animal. Según fuentes vecinales consultadas por elNacional.cat, el acto fue "un éxito", consiguiendo "dar vida a la plaza del Carme en un momento donde los vecinos estamos preocupados por el futuro del barrio" y a la vez presentar al vecindario la plataforma Salvem el Camp de la Creu, dinamizadora de todas las acciones de presión para salvar el barrio y dignificar la memoria histórica de la Colònia Castells.

"La plaza del Carme había sido un punto neurálgico de les Corts y ahora lo hemos recuperado y reivindicado para frenar el Plan Urbanístico de la Colònia Castells que está demoliendo gran parte del barrio", han añadido fuentes de Salvem el Camp de la Creu, que consideran que la celebración de la fiesta mayor sirve como reivindicación del espíritu de barrio y al mismo tiempo esperan que "sea un nuevo inicio de muchos actos más". "Seguiremos la lucha para proteger la memoria histórica del Camp de la Creu", añaden.