El gobierno de Barcelona ha prohibido durante un año abrir nuevos locales de juego y apuestas mientras inicia la redacción de un plan de usos para regular esta cuestión. El objetivo es preservar la salud y evitar adicciones. La suspensión afecta también a las licencias de obras de ampliación o de apertura.

En Barcelona hay 53 locales de este tipo: 35 salones de juego, 17 bingos y 1 casino. El nuevo plan apostará por el decrecimiento: cuando se cierre uno no se podrá abrir otro, y se evitará que estén cerca de equipamientos sensibles, como centros docentes y sanitarios. La comisión de gobierno también ha aprobado prohibir la publicidad o patrocinio de estos negocios en la red de Transportes Metropolitanos de Barcelona, la vía pública o las actividades que se hagan en la ciudad.

También se han acordado otras medidas, como impedir el acceso a páginas de juego online desde las dependencias municipales. Se introducirán cláusulas específicas en los contratos y las convocatorias de subvenciones para que las entidades y las empresas tengan planes o medidas para combatir las adiciones que pueden comportar riesgos para la salud y pérdida de profesionalización de los trabajadores. Entre estas medidas, se incluirán la inhibición de la conexión en páginas de casas de juego online o bien actuaciones de sensibilización para la prevención de las adicciones.

Un 60,2% de los españoles entre 16 y 64 años jugó con dinero en el 2017

El Ayuntamiento también ha aprobado crear programas de prevención dirigidos específicamente a todas las escuelas, interpelando el conjunto de la comunidad educativa: niños, adolescentes y padres y madres. El consistorio pide al resto de administraciones que la publicidad del juego tenga el mismo tratamiento que el alcohol y el tabaco, prohibiéndola en horarios de protección infantil en la radio y en la televisión.

Según estudios del Ministerio de Sanidad, un 60,2% de la población española entre 15 y 64 años jugó a juegos con dinero durante el año 2017, ya fuera presencialmente (59,5%) o bien online (3,5%). Más concretamente, el 0,4% de la población entre estas franjas de edad desarrolló un juego problemático (el 0,8% en el caso de los hombres y un 0,1% en el caso de las mujeres), lo cual equivale a unas 20.000 personas en el caso de Catalunya.

Los chicos, los que más juegan

El juego en línea es más frecuente entre los jóvenes, con una importante diferencia por sexos. En concreto, el 6,4% de la población entre 14 y 18 años afirma que juega dinero a través de Internet (un 10,2% en el caso del chicos y un 2,5% en las chicas). Esta tasa de apostar dinero se amplía hasta el 13,6% en juegos fuera de Internet (21,6% de chicos y 5,4% de chicas). Así pues, los hombres jóvenes son los que se encuentran en una posición de mayor riesgo de desarrollar un trastorno del juego, dado que esta problemática es entre dos y cuatro veces más frecuente entre jóvenes de 12 a 17 años que entre la población adulta.

Según los datos de la Dirección General de Ordenación del Juego, que pertenece al Ministerio de Hacienda, el número de personas registradas para jugar online en el Estado ha aumentado exponencialmente, al pasar de 637.000 personas el año 2013 hasta las 1,47 millones de personas registradas el año pasado.

El desarrollo de un trastorno del juego comporta una mayor probabilidad de desarrollar cuadros psicopatológicos como depresión y ansiedad, así como también consumo de sustancias (tabaco, alcohol y otras drogas), y especialmente en edades adultas se relaciona con problemas económicos e interpersonales, tanto familiares como laborales.