La prueba de cultura general para acceder a una plaza de la Guàrdia Urbana de Barcelona se ha convertido en una criba que ha apeado al 88% de los aspirantes, de manera que, en las últimas oposiciones, de los 3.903 candidatos, 3.426 suspendieron el examen. Tal como avanza La Vanguardia, el suspenso masivo originó que al término de todo el proceso de exámenes quedaran plazas sin ocupar.

Este examen de cultura general es el primero de las oposiciones, y como solo fue superado por 477 candidatos, la oposición se quedó sin masa crítica para superar el resto de las pruebas, de manera que finalmente solo se cubrieron 233 de las 244 plazas ofertadas.

La dificultad del examen radica en que no hay un temario concreto y pese a que un 60% de los aspirantes tiene estudios superiores, carrera o hasta dos títulos universitarios, no todo el mundo está preparado para responder a preguntas como "¿Quiénes son los fundadores de Netflix?", "¿Quién es el autor de La Colmena?", "¿Cuál es la capital de Estonia?", o "¿De quién es el poema que aparece escrito en el monumento memorial en recuerdo de las víctimas de tráfico en Barcelona?", por lo que el citado medio apunta que aumentan las peticiones de reformulación del examen, en especial por la distancia entre el tipo de preguntas y la tarea a desempeñar por los futuros agentes de la policía barcelonesa.

Representantes sindicales piden que exista un temario reglado, algo que sí existe en el caso de los Mossos d’Esquadra.