Esta semana acaba Com si fos ahir con una gran gala el domingo a la noche presentada por Llucià Ferrer con los actores de la serie más vista en Catalunya. El culebrón de los mediodías emitirá el último capítulo y seguirá, ha renovado por una novena temporada igualando así El cor de la ciudad, la serie más longeva de la historia de la cadena. Viendo las audiencias TV3 tiene una patata caliente: CSFA es líder, un 18,4%, pero lejos de las audiencias siderales que hace el serial de la cadena. Lisa y llanamente: funciona pero por inercia. No ha existido nunca un culebrón de mediodía de TV3 que no fuera líder destacadísimo de audiencia, es una tradición tan catalana como el TN vespre o los calçots. Por lo tanto, la renovación no se decide por la audiencia, siempre es buena tres puntos arriba dos puntos abajo. La renovación depende de la sensación de estirar el chiclé o dar oportunidad a otros autores, actores y tramas. Nissaga de poder no acabó por mala audiencia, hacía el doble que CSFA. Acabó para no agotar el formato. TV3 tiene que decidir si hace falta un cambio de marco mental, que no sean nueve años más los profesionales de 50 años con piso en el Eixample. Quizás toca un retorno a las esencias: familias ricas, llenas de secretos, de fuera de Barcelona. Y teniendo en cuenta que un cambio de culebrón es caro, requiere castings, decidir tramas y tirar al suelo todos los decorados, esos bares y pisos de Barcelona. Fuego nuevo o más Eduard Farelo bebiendo café.

TV3 decidirá si la que viene, la novena es la última o quiere que CSFA sea el más largo. Los actores son buenos. EN Blau se hacía ayer eco de la mejor trama de la temporada, la que protagonizan Oriol Vila y Carlota Olcina, y hoy toca destacar otro actor, Quim Llisorgas que interpreta el papel de Hèctor. Como explica Jofre Llombart en su Nota de voz matinal de El Nacional, el caso de este actor es una historia dura que acaba bien. Tiene 30 años y tiene síndrome de Jouvert, un trastorno genético que afecta en el cerebelo y en el tronco encefálico. A la hora de actuar se le nota un defecto en el habla pero perfectamente incorporable en la trama. Al actor se le entiende todo, vocaliza mejor que Mario Casas, para entendernos. Su caso es un ejemplo de superación contra el sistema. Aprobó la ESO pero por una normativa que no se entiende no le concedían el título para sufrir este síndrome. Finalmente, 11 años después, ya tiene la ESO y lo ha explicado en un vídeo en su Instagram: "Os tengo que dar una muy buena noticia!! Después de muchos años de lucha, hoy hemos recibido la gran noticia que tanto esperábamos mi madre y yo. ¿Sabéis que a mí me denegaron la ESO porque era una ESO adaptada? Pues, después de 11 años de lucha y perseverancia, hoy nos han llamado para decirnos que ya tengo el certificado de la ESO. Estoy eufórico y muy contento por esta lucha tan necesaria y tan importante".


No es el primer caso de un actor con una enfermedad genética que se incorpora a los culabrots de TV3. Antes estuvo Bruno Bergonzini, que tiene esclerosis y fue protagonista antes de la enfermedad en Laberinto de sombras y después en La Riera. O el primer actor con síndrome de Down que existió a ninguna serie del Estado. Estuvo en TV3, e interpretaba al hijo de Núria Hosta y Josep Minguell en Secrets de familia. TV3 pionera también en esto.