Solo Ana Obregón podía conseguir una portada como la de ‘Hola’, de la que todo el mundo hablase durante días. La noticia del año. La conocida actriz ha sido madre por segunda vez mediante la gestación subrogada a los 68 años de edad. Se trata de una niña que lleva por nombre Ana. Era un deseo de la presentadora desde hace un tiempo. Desde que murió su hijo Álex Lequio no ha conseguido levantar cabeza, se ha sumergido en una profunda depresión. Además, cuando conseguía salir a flote sufría otra importante pérdida. En tres años se ha quedado sin hijo, sin padres y sin perro. Ahora por fin grita que “nunca va a volver a estar sola”.
La presentadora llevaba tiempo informándose sobre este proceso, ilegal en España. Alessandro Lequio y las hermanas de la bióloga eran las únicas que conocían esta decisión de Ana y la apoyaban. Ahora “ya es feliz”, dice una de sus hermanas.
Ana Obregón se desvincula del pasado
Ana Obregón rompe de esta forma con su pasado, donde se incluye a Carolina Monje. La última novia de su hijo y la madrileña hicieron muy buenas migas, su relación era excelente. En los últimos meses del empresario no se separaron en ningún momento. Tras su fallecimiento, poco a poco se fueron distanciando cada vez más. Ana lo prefirió así. La catalana volvió a Barcelona y retomó sus proyectos relacionados con el mundo de la moda, mientras que la presentadora continuaba sumergida en la pérdida.
La presentadora apoyaba en todo a Carolina Monje. Quería que ella fuese feliz, aunque siempre viviese con el recuerdo de su hijo. A día de hoy la empresaria se ha casado con su actual pareja, que casualmente también se llama Álex. Cada vez que la veía, Ana se acordaba de su hijo, y esto la hundía aún más porque sabía que era con él con quien iba a casarse y a formar una familia.
Ana Obregón se refugió en los proyectos que su hijo dejó a medias, como su libro, que saldrá a la venta el próximo 19 de abril, y su fundación para ayudar a los enfermos de cáncer y a sus familias.
Sobre la nueva maternidad de Ana Obregón, Carolina Monje guarda absoluto silencio, pero seguro que se alegra por ella si es feliz. Con Ana, su segunda hija, logra hacer frente a la pérdida de su hijo Álex, algo que estaba siendo muy complicado para ella. Se sentía sola y tenía necesidad de dar amor. Empieza una nueva vida para Ana con el recuerdo permanente de Álex, el amor de su vida.