Leonor, que actualmente participa en la expedición del buque escuela Juan Sebastián Elcano, vive momentos de tensión y preocupación durante su travesía. Uno de los requisitos que tiene para ser reina es obtener el título que ostenta Felipe VI y así mismo obtuvo Juan Carlos I, el de Capitán General de todos los ejércitos. Por lo que la carrera militar está avanzando, su primera etapa fue en la Academia General Militar de Zaragoza y ahora en la Escuela Naval de Marín, donde obtuvo el grado de Guardiamarina. Sin embargo, no todo ha sido ideal. 

Lo cierto es que Leonor tiene una desventaja, puesto que no presenta la condición física que se requiere para estar a bordo de Elcano. Ponen a prueba su resistencia, las maniobras de navegación, uso de armas, técnicas de supervivencia, entre otras. Día tras día, hay importantes desafíos que debería superar junto a sus compañeros, pero no suele ser así. Aunque, según informan, su condición de ‘royal’ modifica por completo los criterios que toman en cuenta para evaluarla. Sea cual sea su rendimiento, el puntaje es el máximo. 

Leonor con la vela

Con todo y eso, hubo un episodio que llamó la atención. Todo ocurrió en medio de una noche de tormenta, cuando una ola golpeó con fuerza la cubierta del barco, provocando que Leonor sufriera una caída que la dejó bastante afectada emocionalmente. Te contamos los pormenores en las siguientes líneas. 

Un viaje marcado por incidentes para Leonor, que exigió hablar con su padre tras una caída

En una noche de tempestad antes de arribar a Panamá, el buque se vio sacudido mientras la princesa de Asturias estaba en la cubierta. El golpe no causó ninguna lesión, pero la actitud de la joven cambió radicalmente. Hasta entonces, participaba en guardias nocturnas, las cuales son consideradas de las más arriesgadas, especialmente en condiciones de marejadas. La experiencia de la tormenta fue intensa, y es por ello que llegó a temer por su vida durante aquel momento.

Según fuentes cercanas a la tripulación, la situación generó una gran preocupación en la aristócrata, quien en un momento de angustia llegó a entrar en crisis. La tensión alcanzó su punto máximo cuando, en medio de su malestar, amenazó con no continuar en la expedición si no lograba hablar de inmediato con el rey Felipe VI

Elionor / Casa Reial

No se conocen detalles de la conversación. Solo que el monarca logró tranquilizar a su hija y mantenerla calmada. Además, habló con el comandante de Elcano para garantizar que la princesa recibiera la atención y el apoyo necesarios en estos momentos difíciles. Incluyendo el hecho de que fuera retirada de las tareas más peligrosas y exigentes en cubierta. 

Por ahora, Leonor continúa su participación en la expedición, aunque con actividades ligeras y en un entorno que le permita recuperarse. A la tripulación no le ha parecido que tenga tantas atenciones con su bienestar, a pesar de que están conscientes de que es una figura distinguida. En Elcano los demás guardiamarinas atraviesan dificultades para probar que merecen obtener sus condecoraciones, en tanto que la heredera es tratada de manera exclusiva.