Esta imagen de portada es una de las últimas que tenemos del clan Marichalar Borbón. Es de hace pocos días en Atenas, durante el funeral de Constantino II, hermano de la reina Sofía. Decimos parte de la saga por razones más que obvias: que falte Jaime Marichalar, ex marido de la infanta Elena y padre de Froilán y Victoria Federica, es una constante desde la separación del matrimonio hace más de una década. Jaime fue expulsado del universo royal, se ha quedado en "simple" aristócrata con mucho dinero, mala leche y secuelas físicas notables por el ictus que sufrió estando casado con la hija de Juan Carlos I. Pues bien, justo después de las exequias del último rey griego la madre y los hijos cogieron un avión en dirección opuesta a Madrid. Destino: Abu Dabi. La nueva realidad del conflictivo hijo de la pareja.

A Froilán lo han desterrado por liante, lo han conminado a tomarse unas vacaciones junto a su abuelo huido y escondido o, si son gente de fe, a marcharse en busca de oportunidades laborales que en Madrid no encontraría. Sobre todo por no buscarlas, pero este es otro tema. La leyenda negra del sobrino de Felipe VI, cada vez más alocada y repleta de episodios de violencia, ha acabado con su vida nocturna madrileña, de la que era un príncipe. A Elena no le gustó nada que Lecturas destapara la medida punitiva y maquilló la situación a su conveniencia. Total, que Froilán ya está allí y se quedará una temporada. Si es larga o corta solo lo dirá el tiempo. Si también será movida ya será más difícil de saber: aquel régimen es especialista en esconder cosas feas. Un buen refugio.

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El incontrolable Froilán ha dejado Madrid y ya está en Abu Dabi / GTRES

El viaje de la madre y la hermana es un indicio de varias teorías: una, que Elena y Victoria Federica han aparcado su mala relación. Una segunda, que no se fían demasiado de Pipe, como le llamaban sus amigos pijos de la noche madrileña. Por eso se han quedado para ayudarlo a instalarse, como las familias que acompañan a uno de sus miembros cuando se marcha a estudiar lejos de casa, pero en versión borbónica. Es decir, forrados de dinero, embriagados de poder y levitando dos palmos por encima del resto de mortales. En Abu Dabi tendrán que bajar un poco los humos: son protegidos, pero son el último mono, con perdón. El lastre del amigo Juan Carlos, el que llegó y no se acaba de marchar, a pesar de sus súplicas. Ahora bien, ¿y Jaime? ¿Y el padre? ¿Es que nadie piensa en él?

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Froilán, Elena y Victoria Federica / EFE
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Juan Carlos I / Europa Press

Por la mala cara con la que lo han fotografiado mientras su ex llegaba con sus hijos a los Emiratos, diríamos que no. Jaime Marichalar vive en otro mundo, el del lujo, un sector al que se dedica profesionalmente. Habitual de desfiles de primer nivel internacional, incluso introdujo a su hija Vic en el mundillo. Y mírala ahora, convertida en una influencer que dicen tiene estilo y que marca tendencia. Cada uno tiene su opinión al respecto, eso sí. Marichalar puede vanagloriarse de haberle enseñado un camino digno y agradable a la joven, tan conflictiva como su hermano mayor. Con Froilán, sin embargo, no ha tenido ni ve ni voto. O eso parece viendo este rictus tan expresivo. Cierto es que pocas veces le vemos dibujar una sonrisa. Solo cuando tiene citas fake con mujeres que se caen al suelo y que acaban siendo primas. Pobre Jaime.

Jaime Marichalar París GTRES
Jaime Marichalar con mala cara en París / GTRES

Una familia en la diáspora y más desestructurada que nunca. La de Elena de Borbón, la que tenía que ser reina y no la dejaron.