Cristina de Borbón tiene un problema con Hacienda. La hermana del rey sostiene que es residente fiscal en Suiza porque dice que vive en Ginebra la mitad del año más un día: 183 días al año. Pero en Barcelona se ha hecho una casa, el piso de lujo de la zona alta de la Avenida Pedralbes, y aparte vive en Madrid, donde no tiene piso propio y reside en el Palacio de la Zarzuela. Cada vez pasa más temporadas acompañando a su madre, la reina Sofía de 87 años, que a su vez convive con una enferma de Alzheimer, su hermana Irene de Grecia. Se hacen compañía. Hacienda lo tiene fácil para comprobar cuántos días al año pasa Cristina en Madrid, vive en un edificio oficial, y en Barcelona. Solo hace falta que pregunte a los escoltas que la acompañan allá donde va. En Madrid vive recluida en Zarzuela para no ser vista pero las últimas semanas ha ido a un acto de homenaje a la bandera por el 12-O y según LOC acaba de ser vista comprando en El Corte Inglés. Unos grandes almacenes que le traen mal recuerdo por el incidente que según Pilar Eyre, sufrió en el centro de la Diagonal de Barcelona.
Según el digital madrileño, la infanta estaba en los grandes almacenes del municipio de Pozuelo de Alarcón, cerca de Zarzuela. Cristina no iba sola sino con su madre, la reina Sofía, muy aficionada a las compras en esta cadena. Lo más insólito es cuál era la zona donde compraban Cristina y la reina Sofía: en El Club del Gourmet, es decir, en la zona más exclusiva del supermercado de El Corte Inglés, con los productos más lujosos, selectos y caros. Un rincón insólito teniendo en cuenta que en Zarzuela quien hace la compra de lo que comen los reyes y la Familia del rey no son los Borbones sino el servicio, encargando que les lleven las viandas a palacio. Las dos Borbones debían ir o a curiosear o a comprar algún detalle para hacer una visita: "Todo ocurrió el pasado sábado, víspera del Día de la Fiesta Nacional, en El Corte Inglés de Pozuelo de Alarcón (Madrid). En concreto, fue en el Club del Gourmet del centro donde este periodista se cruzó con la madre del Rey Felipe y con su hermana mientras compraban. Y no fue el único que se sorprendió de tan regia presencia, pues hubo más de un cliente que también se giró para mirarlas".
Cristina no se esconde, y vuelve a los almacenes que la hicieron pasar por cleptómana en Barcelona. Explica Eyre: "Cuando en Barcelona empezaron los rumores de que Iñaki estaba inmerso en una estafa con fondos públicos, allí empezó el declive. Empezaron a encontrarse feos que hasta ese momento Cristina no se había encontrado en Barcelona. En unos grandes almacenes, la infanta Cristina salía por la puerta con un libro y sonaron las alarmas. Cristina había cogido un libro y por lo que fuera el libro no estaba desmagnetizado. La registraron, le dieron el trato normal pero en ese momento fue un asunto peculiar". No se sabe si el libro estaba pagado, si enseñó el ticket de compra, solo que sonó la alarma y que le hicieron abrir el bolso en Diagonal/ Avenida Carles III, cerca de donde trabajaba Cristina. El de seguridad de la puerta no se dio cuenta de que era la hija del rey Juan Carlos. O quizás sí y por eso la registró.