Òscar Andreu es, aparte de un tipo que nos hace llorar de risa junto a su inseparable Òscar Dalmau cada día en La competència de RAC1, una persona que no está para bromas cuando se trata de defender su lengua y su país. Acostumbra a ser de los que alza la voz cuando ve a su alrededor cualquier ataque hacia Catalunya o nuestra lengua, especialmente, cuando estos ataques vienen de las Españas y de algunos hiperventilados que echan espuma por la boca cuando oyen hablar en catalán. El humorista no piensa cejar en su empeño cuando se trata de defender nuestra lengua. A menudo, como decíamos, lo hace vía el humor, como recientemente ha pasado en su programa cuando hablaban de qué ha pasado en Vic.


¿Qué acaba de pasar en la capital de Osona? Que Vic se ha convertido en el primer ayuntamiento de Cataluña condenado por exigir un nivel de catalán considerado desproporcionado para acceder a una plaza de trabajo en el consistorio. El municipio había pedido un nivel B2 de catalán para optar a una plaza de operario de cementerio y mantenimiento, pero ahora un juzgado ha declarado nulas las bases del concurso público y ha ordenado al Ayuntamiento que rebaje el requisito al nivel A2, es decir, el nivel básico, porque si no, "genera una barrera de acceso con efecto excluyente para las personas que no pueden acreditar este nivel", añadiendo que esto constituye una "discriminación directa por razón de lengua". Y así lo han explicado en La Competència los Òscars, con 'Jep Cabestany' como si estuviera en un capítulo de Perry Mason... Como ha dicho Josep Mª Mainat al oírlos, ""Me meo... Lástima que se parece peligrosamente a la realidad".
Me meo... Lástima que se parece peligrosamente a la realidad https://t.co/iJVmxp8KLa
— Josep M. Mainat (@MainatJM) October 19, 2025
Ahora ha concedido una entrevista a elMón donde ha hablado, y mucho, de lengua, de nuestra lengua y la situación de emergencia que vive, de su historia personal con el catalán y de su monólogo Crida als ocells de colors llampants, una autobiografía lingüística de un tipo que cuando era joven, se relacionaba habitualmente en castellano y que incluso de pequeño, llegó a sentir "autoodio" hacia su propia lengua por una situación concreta. Revela que "Desde los seis años que descubrí que era el autoodio, que fui a comprar con mi abuela en una tienda de ultramarinos, en Terrassa, en un barrio de las afueras también, y mi abuela se expresaba en catalán y el tendero en castellano y mantenía una conversación normal. Y yo, con seis años, me sentí violentado". Confiesa que de alguna manera, "interiormente, pedía que mi abuela, por favor, que cambiara al castellano. Hasta muchos años después no he descubierto que aquello era autoodio hacia mi propia lengua".

Pero si hay un momento definitivo al respecto, fue cuando fue a dar un concierto en Tarragona con una banda de rock and roll con la que sacaron tres discos en castellano. Cuando terminaron el concierto, se le acercaron dos personas del público, que le dijeron: "el concierto de puta madre, pero ¿por qué hablas en catalán entre canción y canción?". ¿Qué pensó Òscar cuando le hicieron esta pregunta?: "Entonces lo que hice es pensar por qué estaba cantando en castellano. Han sido muchos momentos de ir descubriendo que estaba participando de un sistema cultural que se expresa en la lengua que me quieren imponer. Y eso sí que ha sido ya la última cosa, y me ha hecho decidir que no quiero hablar la lengua del sistema cultural que me quieren imponer".

Un Óscar Andreu que tiene claro qué haría si le hacen una oferta laboral en castellano: "Como si se me presenta en francés o en inglés. Yo me dirijo a una gente y mi gente es la de este país, y en este país la lengua propia de este país es el catalán". Claro y catalán.