El Tribunal Superior de Justícia de Catalunya ha sancionado con una falta leve una jueza de Olot, Ana María Caballero Muñoz, para tratar con "poco respeto y desconsideración" a dos letradas que querían hablar en catalán durante un juicio. El Tribunal considera además que la magistrada utilizó "expresiones fuera de tono y con el reiterado reproche por descortesía".

La comisión de la Sala de Gobierno del TSJC del 27 de julio trató el conflicto y resolvió por unanimidad la sanción por falta leve de la jueza. Los hechos pasaron en marzo, en un juicio de faltas, cuando las dos abogadas quisieron hablar en catalán. Así lo recoge el acta de la Sala de Gobierno: "Incidente que arranca por la utilización de la lengua catalana por una de las señoras letradas que intervenían en el acto de la vista". La jueza aseguró que no entendía el catalán y acusó a las abogadas de "falta de cortesía" y llegó a argumentar qué ellas eran "bilingües" y se podían cambiar al castellano que, según manifestó la misma jueza durante la dificultad en la sala de vistas, es "un idioma universal". El TSJC riñe a la jueza para usar un tono "irónico e irrespetuoso" hacia las letradas, que han pedido su recusación "por enemistad manifiesta" a fin de que se la aparte del caso.

La Sala de Gobierno dice: "La señora jueza con sus expresiones fuera de tono y con el reiterado reproche por descortesía dirigido hacia la señora letrada manifestó, primero, ausencia de equilibrio reflexivo a la hora de dirigir el acto procesal; segundo, escasa sensibilidad y compromiso activo de protección hacia lo que significa el derecho a utilizar la lengua propia; y, tercero, y además, una falta de consideración personal hacia la profesional afectada".

La jueza actúa de manera condescendiente según el mismo TJSC y llega a proponer que se llame un intérprete: "La señora jueza en un primer momento con cierto tono condescendiente le indica que no pasa nada, de que en efecto tiene un problema de entendimiento del catalán oral y que dispondrá el nombramiento de un intérprete para entender el alegato". Según el TSJC, la jueza mantiene una decisión "absolutamente irracional, con una falta total de justificación normativa y funcional" cuando propone traducir al catalán todas las expresiones en castellano que haya durante el juicio para que lo puedan entender las dos abogadas. El Tribunal califica "de innecesaria" la discusión.

"Merecemos un respeto"

Las dos abogadas, Montserrat Vinyets y Marta Alsina, han recusado a la jueza porque hay "animadversión". Creen que su actitud fue una "desconsideración" hacia su trabajo. Las letradas aseguran que las humilló y las acusó de falta de cortesía por no usar una "lengua universal" como el castellano

Apuntan que no tenían ningún inconveniente al cambiar de lengua, pero que merecían un respeto que no hubo por parte de la jueza.