Hasta en dos ocasiones se ha tenido que parar el pleno del Parlament de Catalunya. El primer punto del orden del día era la sesión de control al president de la Generalitat y el Govern, pero Junts pel Sí ha solicitado la alteración del orden del día para incluir la ley del Referéndum, ya admitida a trámite por la Mesa de la cámara, apelando al artículo 81.3 del reglamento. A partir de aquí, Ciudadanos, el PSC y el PP se han puesto en marcha para intentar paralizar cualquier avance de la norma para ganar tiempo.

Para eso han recurrido al filibusterismo. Así se llama a la técnica que, a través de la obstrucción del debate parlamentario, busca bloquear la aprobación de leyes o actos legislativos, generalmente con discurso de larga duración. En este caso, Ciudadanos, el PSC y el PP han optado por estirar el reglamento del Parlament y hacer uso de todos los recursos a su disposición.

Concretamente, los tres partidos unionistas han presentado por separado peticiones de reconsideración a la Mesa del Parlament sobre la decisión de admitir a trámite la ley del referéndum, hecho que se ha producido esta mañana antes de empezar el pleno. Como los escritos de reconsideración han sido presentados individualmente, la Mesa se ha tenido que reunir tres veces para valorar —y rechazar— las peticiones.

Por otra parte, una vez admitida a trámite la ley del Referéndum por la Mesa, el PSC ha registrado en el Registro del Parlament una solicitud de dictamen al Consell de Garanties Estatutàries (CGE), un procedimiento que repetirán con la ley de transitoriedad jurídica. Dos horas más tarde, los socialistas han registrado la misma demanda en el Registro del mismo CGE. También ha pedido amparo al Tribunal Constitucional.

Otro elemento con el que los partidos unionistas —y también Catalunya Sí Que es Pot— han intentado sabotear el avance del proyecto de ley del referéndum ha sido la publicación en el Boletín Oficial del Parlament. Según los grupos de la oposición, la publicación es nula porque no la ha admitido el secretario general. Fuentes de Junts pel Sí argumentan que el secretario no tiene que firmar nada, sino que es automático.

Sobre la Mesa también ha sido la advertencia firmada por el letrado mayor y el secretario general del Parlament, que advierten que a los miembros de la Mesa se les podría exigir responsabilidades penales por tramitar las leyes de desconexión. El escrito sostiene que las dos leyes tienen una "relación directa" con otras resoluciones aprobadas anteriormente por el Parlament que han sido suspendidas por el Tribunal Constitucional (TC).

¿Por qué el unionismo quiere ganar tiempo? Porque en Madrid también hay movimientos. El pleno del Tribunal Constitucional está reunido. Antes de nada, el alto tribunal tendrá que estudiar la recusación que ha hecho este miércoles por la mañana la presidenta del Parlament contra los magistrados.