Mientras el vicepresident y conseller de Economia i Finances del Govern, Oriol Junqueras, responde las preguntas de El Nacional sentado en la mesa de reuniones de su despacho, la política catalana intenta reanudar el pulso interrumpido abruptamente por los atentados de Barcelona y Cambrils. JxSí y la CUP han presentado ya la Ley de Transitoriedad y, todo apunta que la próxima semana se aprobará junto con la Ley del Referéndum en el pleno del Parlament y que, inmediatamente después, se firmará el decreto de convocatoria del 1 de octubre. A pesar de todo, Junqueras se resiste a aportar ninguna información sobre los preparativos de la votación. Sabe que el Estado utilizará todos los resortes a su alcance para impedir la votación y que la discreción es una de las armas esenciales. Con igual contundencia, asegura que el principal perjudicado por un no acuerdo después del referéndum será el Estado español. El Govern, asegura, buscará el entendimiento por todos los medios.
¿Cómo respira el mundo económico en este tramo final hacia el referéndum?
Con serenidad, con confianza, como lo demuestran los datos económicos. Estamos en récords históricos de inversión extranjera, de exportaciones, de PIB, los datos hablan por sí mismos. Nos queda una parte relevante, asegurar que la riqueza que se genera en nuestro país llegue adecuadamente a todo el mundo, por eso el Govern toma muchas decisiones en el ámbito presupuestario, legislativo, con más maestros y profesores que nunca, con la renta garantizada de ciudadanía... Y mientras el Govern se esfuerza en universalizar el acceso a la salud, el Gobierno del Estado se esfuerza en lo contrario. O cuando el Parlament aprueba una ley de acogida, el Congreso aprueba una ley de extranjería. ¿Qué tenemos que hacer nosotros en este contexto? Sobre todo garantizar que estos aspectos positivos lleguen al conjunto de nuestros ciudadanos.
Y que se mantenga así durante el periodo de transitoriedad, si finalmente saliera el sí en el referéndum y todo fuese adelante...
Evidentemente. Y en este sentido también, estamos convencidos de que el mundo económico internacional, como lo demuestran los hechos, entiende también la potencialidad de las inversiones en Catalunya.
El día 2, los ciudadanos estarán mucho mejor
Cosas muy concretas. ¿El día 2, la gente tiene que sufrir por sus ahorros?
No. Al contrario, tendrá mejores oportunidades para su futuro. Dispondremos de un escenario político que avalará que podamos actuar con más herramientas y mejores, y un marco político que nos permitirá más eficacia... Los ciudadanos estarán mucho mejor.
Vamos por partes. A partir del 1 de septiembre, ha empezado a funcionar la nueva Agència Tributària de Catalunya. ¿Estará preparada para recaudar todos los impuestos de los catalanes?
Es una agencia preparada para asumir las responsabilidades que le correspondan y los ciudadanos le otorguen. Lo que ha hecho es desplegarse en el territorio con nuevas oficinas, desde un punto de vista humano, con más personal, desde un punto de vista tecnológico con un programa informático preparado no sólo para asumir impuestos de carácter jurídico y puntual, sino impuestos de carácter general y masivo.
Y se ha puesto ya en marcha...
Las primeras pruebas ya se han hecho en julio con el impuesto sobre el azúcar añadido en las bebidas azucaradas. Mucha gente puso en duda que saliéramos adelante, a menudo son la misma gente que ponen en duda cualquier cosa que hagamos, los mismos que ponían en duda que pudiéramos cerrar la prisión Model o que aseguraban que nunca llegaríamos a un acuerdo sobre la renta garantizada de ciudadanía o que no tendríamos presupuestos o que juraban y perjuraban que no pondríamos más maestros que nunca en la historia de este país. Hay gente que tiene vocación de equivocarse.
Habrá un marco legal que será fruto de la voluntad de los ciudadanos. No habrá dos marcos legales. Habrá uno. Y a todo el mundo le conviene que sea así
Los ciudadanos se pueden preguntar, por ejemplo, si en todo este proceso se encontrarán en algún momento con que no sepan si tienen que pagar sus impuestos a una administración o a otra. ¿Cómo se evitará esto?
Sencillamente porque habrá un marco legal que será fruto de la voluntad de los ciudadanos. No habrá dos marcos legales. Habrá uno. Y a todo el mundo le conviene que sea así. Incluso aquellos que ahora dicen que no lo quieren de ninguna manera también les convendrá que haya un marco legal de referencia y les convendrá cumplir con ello, porque si no los perjudicados serán ellos mismos. Lo que se trata es que hagamos las cosas con la voluntad de que sean útiles a todo el mundo y que todo el mundo lo entienda. Las reputaciones de todas las instituciones están entrecruzadas, no sólo de las instituciones catalanas entre ellas mismas, y de las instituciones catalanas y las instituciones españolas, sino también de estas con Europa...
En términos prácticos ¿a partir de qué momento los ciudadanos tendrán que pagar los impuestos al gobierno catalán?
Eso lo determinará la ley y el conjunto legislativo. En todo caso, lo que es relevante es que la responsabilidad en la prestación de los servicios es de aquel que cobra para prestarlos y que nadie puede dimitir de sus responsabilidades. Conviene que todo el mundo sea responsable, porque no estamos hablando nunca de un ámbito concreto y separable, sino que todos están entrelazados. La gestión de la deuda pública, de activos y pasivos... y aquí todo el mundo tiene intereses, los mercados financieros, el BCE, las instituciones europeas e internacionales, los ciudadanos extranjeros presentes en nuestro país y los catalanes presentes fuera... No le quedará más remedio a todo el mundo que actuar de forma responsable incluso en caso de que tuviera la tentación de no hacerlo.
¿Es decir, que el Gobierno español no tendrá más remedio que negociar la transitoriedad en esta situación postreferéndum?
Nosotros estamos convencidos de que eso será así. Y trabajaremos para que así sea y nos podamos entender de la mejor manera posible. Queremos entendernos con todo el mundo y con todos los estados de nuestro entorno. Queremos que a España le vaya bien. Y aunque algunos de sus políticos no lo quieran ver, el mejor escenario para España es el mejor entendimiento posible con Catalunya. Eso es válido para cualquier otro país de nuestro entorno.
Una actitud de no negociación por parte del Estado acaba perjudicando más al Gobierno español que a nadie
¿Está diciendo que una no negociación perjudica más al Estado que a Catalunya?
Estoy convencido de que es así. Una actitud de no negociación por parte del Estado acaba perjudicando más al Gobierno español que a nadie. Estamos convencidos, él lo percibe así y habrá gente que se lo hará percibir.
¿Desde el punto de vista económico?
Sí. Y desde los todos puntos de vista, pero el económico en particular.
Usted cada semana firma un informe al ministro Montoro donde acredita que no se han usado fondos del Govern para organizar el referéndum. ¿Sigue siendo así?
Lo que hacemos es suministrar la misma información que suministrábamos hasta ahora. Hasta ahora era una vez al mes y ahora es una vez a la semana. De hecho, es reiterativo, porque es información pública, todas las decisiones del Govern están en las webs correspondientes. Se puede seguir online, está a la disposición de todos los medios de comunicación y de todos los ciudadanos.
Seguramente Montoro quería dejar claro que la Economía catalana está intervenida, ¿no le parece?
Es posible que, más que demostrar que está intervenida, demostrar que puede intervenir sobre el pago de facturas por parte del gobierno de Catalunya. O que puede tener información. Pero insisto: es información pública. Y la tiene todo el mundo.
¿Tuvo alguna respuesta por el hecho de no atribuir a un listado de funcionarios la obligación de informar al Gobierno español, como reclamaba el ministerio, y ser usted quien ha asumido esta responsabilidad?
No. No tuve respuesta específica. Me parece muy lógico: no tiene ningún sentido poner bajo sospecha, por ejemplo, el banco de sangre y tejidos o el instituto oncológico, que dan un servicio esencial a la gente.
Pero eso es lo que quería el Gobierno del Estado...
Hay cuestiones que me parece que, por sentido común, caen por su propio peso. Insisto, lo que queremos es tener la relación más cordial posible, intentamos ser personas cordiales y educadas, pero me parece que eso es compatible con defender nuestras convicciones democráticas.
¿Cuándo volverá Catalunya a financiarse en los mercados internacionales?
Tenemos intención de hacerlo. Si no lo hacemos es porque no nos autorizan. Al igual que queremos convertir créditos de corto a largo plazo y el Gobierno español no autoriza a hacerlo. Ni a nosotros ni a él mismo. En cambio, lo hizo de forma automática para la banca extranjera. Al final hay decisiones un poco difíciles de explicar, incluso por aquellos que las toman y resultan incomprensibles para el sentido común de todo el resto. Seguimos trabajando para tener todas las herramientas y no para necesitar que alguien nos autorice a hacer aquello que estamos convencidos de que es mejor hacer.
¿Ya están preparados, pues? Han hablado también con los mercados, usted fue a EE.UU...
Hablamos con todo el mundo, como es nuestra obligación. Intentamos tener la relación más fluida con todo el mundo y compartir información con todo el mundo, porque estamos convencidos de que precisamente desde el conocimiento mutuo y el conocimiento compartido de la realidad tendrán que salir las mejores decisiones.
Somos una de las economías que más claramente puede asumir sus responsabilidades de futuro
¿Y cuando tengan que volver a los mercados podrán hacerlo sin problemas?
La economía catalana tiene una particularidad, que está bien resaltar. Tenemos un crecimiento de nuestro PIB y de nuestras bases fiscales presentes y futuras que es mucho más rápido que el crecimiento de nuestro déficit. Somos una de las economías que más claramente puede asumir sus responsabilidades de futuro. Hay economías que no tienen esta característica, y se endeudan mucho más de prisa de lo que crecen y eso puede generar incertidumbres sobre su capacidad futura de hacer frente a las obligaciones presentes. Nosotros estamos en el caso contrario. Eso es percibido por todo el mundo. Son datos muy objetivos. A partir estas bases reales y elementos fundamentales estamos convencidos de que nos podemos entender con todo el mundo.
¿Mantiene algún canal de comunicación abierto con el Gobierno del Estado?
Intento tener una relación educada con todo el mundo y al mismo tiempo todo el mundo sabe que nuestras posiciones son francamente diferentes en muchos aspectos y en algunos diametralmente opuestos.
Las pensiones son responsabilidad del órgano que ha recaudado los recursos para pagarlas
De todas las transiciones que se tendrían que hacer, la más complicada es la económica. ¿Los ciudadanos lo notarán en su día a día? ¿Los pensionistas seguirán cobrando sus pensiones? ¿Los funcionarios seguirán cobrando el sueldo? ¿El Govern lo puede garantizar?
Sin duda. Primero, porque las pensiones son responsabilidad del órgano que ha recaudado los recursos para hacer frente [a los pagos] y eso es así en todos los países del mundo y en la relación de todos los países entre ellos. Por eso los pensionistas que en su día trabajaron en Alemania cobran del gobierno alemán, etc. Estas responsabilidades no decaen en ningún caso. Y segundo, porque nuestro país genera más recursos que gasto en este ámbito, entre otras cosas porque tenemos un nivel de empleo, un nivel de actividad y un salario más alto. Si en algún lugar es sostenible [el sistema de pensiones] es en el ámbito de nuestra economía. Insisto: si no fuera así, no mereceríamos la confianza de los inversores extranjeros. No es que tengamos mucha inversión, es que tenemos más que nunca en nuestra historia. No debe ser una simple casualidad. Por lo tanto, hacer un llamamiento a la confianza y reiterar que las cosas vayan bien aquí interesa a todo nuestro entorno. Al final, cualquier ciudadano entiende que lo que queremos es que a nuestros proveedores y a nuestros clientes les vaya bien. Y nosotros lo que queremos es que le vaya bien a todo el mundo, y en particular a España.
¿Los planes de contingencia que tiene preparados la Generalitat para este proceso de transición, durante cuánto tiempo pueden funcionar si el Estado no acepta de manera inmediata entrar a negociar?
Tenemos las herramientas necesarias para hacer frente a esta contingencia. Y segundo, estamos convencidos de que el Estado español, y el Gobierno español, pero sobre todo la sociedad española y el entorno internacional, lo que les conviene es que las cosas vayan bien. Y serán muchos los que trabajarán en este sentido.
A España le conviene que la economía catalana vaya bien
Es decir: a España le conviene que el proceso de independencia de Catalunya salga bien...
A España le conviene que la economía catalana vaya bien y que la sociedad catalana vaya bien porque al final somos un socio comercial muy relevante.
El 20% del PIB…
Por ejemplo...
Eso tiene un impacto sobre la economía española, con una Catalunya independiente...
Todo tiene impacto en todo. Pero de la misma manera, si nuestra economía crece y tiene más capacidad de compra, también beneficia a nuestros proveedores. Uno de los más relevantes es la economía española, por lo tanto eso también es bueno para ellos, para todo el mundo. Más allá de la política declarativa, hay un consenso generalizado en que las cosas se tienen que hacer con un sentido de la responsabilidad, que es lo que hemos hecho hasta ahora.
Desde el mundo económico español alguien se le ha dirigido a usted para interesarse sobre cómo puede ir todo...
Sí, como es normal, mucha gente, sí...
Empresas del Ibex, agentes económicos potentes del Estado español...
Gente muy diversa, es obvio que tenemos que hablar de muchas cosas, también de eso.
Nadie se puede permitir no actuar de forma responsable
¿Ve disponibilidad de estos sectores en el sentido de que si se hace bien desde el punto de vista político no tiene que haber efectos desde el punto de vista económico?
Lo que veo por parte de todo el mundo es sentido de la responsabilidad. Nadie se puede permitir no actuar de forma responsable...
Este nadie es el Estado español, las grandes empresas...
El Estado español, por él mismo, pero en la medida que está integrado en espacios internacionales muy relevantes, actuará de forma responsable, porque le conviene, porque quiere y porque no tiene una alternativa. Todo el mundo será responsable porque los espacios internacionales en los que estamos enmarcados así lo piden y exigen. Es casi inevitable que actúe todo el mundo de manera responsable, para que los mecanismos creados conduzcan a que sea así. Nadie quiere que se devalúen las garantías que tiene depositadas en sus entidades porque alguien hace las cosas muy mal en no sé dónde.
Hombre, cuando sale el ministro Montoro y dice que les cierra el grifo del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA)…
En este caso, nuestra respuesta también es muy clara y los hechos hablan por ellos mismos. El ministro Montoro es una persona con la cual tenemos discrepancias, obviamente, y lo ve todo el mundo, y al mismo tiempo seguro que en muchos otros aspectos es una persona que actúa con responsabilidad. Un ejemplo es el debate que hemos tenido este verano en torno al cobro del 21% del IVA de las subvenciones públicas destinadas a actividades culturales. Eso tenía un efecto brutal, porque no se había hecho nunca, y además se reclamaba de forma retroactiva por parte de la Agencia Tributaria Española, por ejemplo a teatros, museos, centros de investigación, espacios universitarios... Eso quería decir la ruina, el cierre de muchos de estos espacios. Nosotros les planteamos que eso no tenía ningún sentido. Como en otras ocasiones, nos daban la razón, pero no se resolvía. Después de hablar en varias ocasiones con el ministro Montoro, con el ministro De Guindos... conseguimos introducir una enmienda en la ley de contratos públicos. ¿Hay cosas en las que somos capaces de ponernos de acuerdo? Sí. Ahora, en cosas muy relevantes estamos en desacuerdo.
¿Usted se ve negociando con Montoro y con Soraya Sáenz de Santamaría la desconexión económica?
Haremos lo que corresponda y con todo el mundo que corresponda.
La ley de Transitoriedad no habla de la deuda, de reparto de activos y pasivos... ¿De todo eso, tienen decretos preparados?
La ley de Transitoriedad regula aspectos de carácter muy jurídico. Pero es evidente que habrá unos procesos de negociación que se enmarcarán dentro de lo que ha sido habitual en el nacimiento de cualquier Estado previo.
¿Pero tienen ya alguna propuesta preparada? ¿Han calculado el reparto de activos y pasivos?
Nosotros hemos trabajado y lo he explicado incluso en una rueda de prensa en la sala de prensa de la Moncloa, los criterios básicos...
Pero más allá de estos criterios básicos, tienen ya una propuesta cuantificada...
Hemos trabajado y seguimos trabajando, no sólo nosotros sino también otra gente.