Investigación, talento, proyectos, conocimiento, recursos... menos innovación. Catalunya es pionera en I+D en el campo de la sanidad, pero tiene que dar el paso de convertir el conocimiento en impacto y que llegue al conjunto de la población. "Somos pioneros en muchos aspectos, pero debemos implementar soluciones", asegura Anna Gómez, directora del Centro para la Integración de la Medicina y las Tecnologías Innovadoras (CIMTI) de Catalunya. "En términos de innovación en salud somos bastante buenos en Catalunya, en términos de creación de start-ups, atracción de talento e investigación destacamos por encima de otros territorios, incluso por delante de Madrid, pero nos hace falta ordenarnos y trazar una buena hoja de ruta", matiza la directiva.

Por ordenar, se refiere a empezar a conectar entidades, hospitales, patronales y el resto de agentes del sector. "Debemos crear mecanismos más ágiles y tenemos que ser más transparentes. Durante mucho tiempo se han ido identificando las necesidades y ahora, de la mano de todo el sector de la salud, lo estamos empezamos a hacer", explica. El encargado de liderar este proyecto es el Biocat, y el CIMTI está ayudando en este proceso. ​De hecho, el organismo nació con el objetivo de impulsar proyectos de innovación en los ámbitos sociales y de salud para que lleguen a la ciudadanía.

"El CIMTI surge de una necesidad del propio sistema, tenemos buena investigación en Catalunya, pero nos hace falta más innovación". Hace seis años se firmó el primer convenio de colaboración entre el Departament de Salut y Fundación LEITAT, junto con Aquas (Agencia de Calidad y Evaluación Sanitarias de Catalunya), que actúa como regulador. A través de este convenio a tres bandas surge el CIMTI. "Cuándo salió a la luz la iniciativa, hubo una tarea de investigación para descubrir qué modelos ya existían, y se encontró el centro de Boston. Se transfirieron los conocimientos y los adaptamos a las características de Catalunya, ya que se debían perfilar algunos aspectos", explica Gómez. Este proyecto lo llevó a cabo Manel Balsells, actual conseller de Salut.

Proyectos que aporten valor y cubran necesidades

La tarea del CIMTI, con sede en Barcelona, es detectar y seleccionar proyectos, una quincena cada año, con el objetivo de que aporten valor y cubran necesidades médicas y sociales, tanto para los clientes como para los centros. De hecho, ponen el foco en cuatro aspectos: el clínico, la tecnología, la regulación y el mercado y negocio. "Es un acompañamiento continuo durante 15 meses y personalizado, tenemos un catálogo de servicios y los ponemos a disposición según las necesidades de cada proyecto", recuerda Gómez, que añade que suelen ser ideas en fases embrionarias y que van evolucionando a lo largo del tiempo.

"El acompañamiento no es económico, ofrecemos servicios. Ponemos a los emprendedores en contacto con clínicos, posibles compradores e inversiones y hasta su viabilidad", defiende. A diferencia de otros programas, tienen acceso al ecosistema de hospitales de Catalunya, donde llevan a cabo formaciones, cursos y prácticas. "No nos quedemos con ningún derecho de explotación de la empresa, les pedimos compromiso", señala.

"La innovación y su aplicación en salud debe responder a retos marcados por el sistema, para que la investigación dé respuesta a las necesidades", apunta la directiva. De hecho, pone el foco en que los desarrolladores de innovaciones puedan tener de forma unificada aquellos programas que respondan a sus intereses y necesidades.

Salud vs. inteligencia artificial

Desde que empezaron, hay varios proyectos que ya tienen contratos con hospitales y ya están dando soluciones. Algunos de ellos son ONESHOT (sistema de detección multinivel de cáncer de pulmón basado en los análisis con machine learning); PIT3D (diseño de próstesis mamarias externas impresas en 3D que se adaptan a la anatomía de cada paciente) o Aimentia Health (plataforma basada en inteligencia artificial dirigida a profesionales del ámbito de la salud mental para ayudar a dar una atención eficaz, precisa y personalizada).

¿Los inversores ponen más el foco en un sector que en otro? "Creemos que existe un alto interés en biotecnología; puede tener más riesgo, porque son promesas a largo tiempo, pero se suele invertir más dinero", indica Gómez. Sin embargo, en el CIMTI reciben más proyectos de Medtech, salud digital y diagnóstico in vitro.

Sobre si han notado un auge en inteligencia artificial en el campo de la salud, la directiva precisa que hay que ver qué es IA y qué no. "Es evidente que es parte del futuro, pero no para sustituir a los médicos, sino para hacer tareas burocráticas. No nos podemos fiar al 100% de lo que te dice una máquina, pero nos puede ayudar a tomar decisiones clínicas". Finalmente, sobre la viabilidad de los proyectos, recuerda que muchos acaban desapareciendo por la falta de financiación, porque no cubren una necesidad real o por los equipos y la interacción con los socios fundadores. Sin embargo, advierte que lo más importante es que el impacto generado por parte de estas start-ups se refleje también en el tejido empresarial y en la economía.

Desde que empezaron, el CIMTI ha impulsado 66 proyectos que han favorecido a más de 420.000 pacientes. Actualmente, más de 25 están activos y ocho ya se encuentran en el mercado.