La Unión Europea ha presentado este martes su hoja de ruta para poner fin a la importación de energía procedente de rusia, especialmente el gas natural, del que llegaron el año pasado 52 bcm (medida equivalente a miles de millones de metros cúbicos de gas natura), 32 por gasoductos y 20 de gas licuado (GNL) por barco, con un coste total de 23.000 millones de euros. "Y eso tiene que acabar", ha dicho el comisario europeo de Energía y Vivienda, Dan Jørgensen.

A principios de año, Ucrania no renovó el contrato del gasoducto desde Rusia hasta Europa por el que pasaba la mayor parte del gas natural terrestre. En cuanto al licuado, Rusia sigue siendo uno de los principales proveedores, con el 21% del total, por el 46% estadounidense. Las de Qatar representan un 11% tras caer un 31% y las de Nigeria bajaron un 43% y representan un 5% del total en la Unión Europea, porcentaje idéntico al de Noruega, que ha aumentado sus envíos en un 11%. Las importaciones de gas licuado de Argelia a la Unión Europeo subieron un 8% en 2024 y supusieron un 8% del total de gas licuado consumido por los Veintisiete. 

La Comisión trabajará para una eliminación progresiva de la UE de las importaciones de energía rusas, con planes nacionales que tienen que estar listos para finales de año. Para entonces, se suspenderán también los contratos existentes y se prohibirán los nuevos, así como a finales de 2027 se detendrán todas las importaciones restantes de gas ruso.

Las medidas irán acompañadas de un esfuerzo para acelerar la transición energética hacia gases y energías renovables. En cuanto a la energía nuclear, también se presentarán medidas el próximo mes para frenar la importación de uranio enriquecido de uranio, así como restricciones a los nuevos contratos de suministro firmados conjuntamente por la Agencia de Abastecimiento de Euratom (ESA) para uranio, uranio enriquecido y otros materiales nucleares derivados de Rusia. 

También las importaciones de petróleo ruso deberán detenerse de acorde con el plan RepowerEU que va hacia la independencia total energética de Europa sobre Rusia. . 

La presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen, ha declarado: "La guerra en Ucrania ha expuesto brutalmente los riesgos de chantaje, coerción económica y choques de precios. Con REPowerEU, hemos diversificado nuestro suministro energético y hemos reducido drásticamente la antigua dependencia de Europa de los combustibles fósiles rusos. Ahora es el momento de que Europa corte por completo sus lazos energéticos con un proveedor poco fiable. Y la energía que llega a nuestro continente no debe pagar por una guerra de agresión contra Ucrania. Se lo debemos a nuestros ciudadanos, a nuestras empresas y a nuestros valientes amigos ucranianos".

Académicos expertos en energía han coincidido en defender que es una medida que llega tarde y que debe de ir acompañada de una descabonización total de la energíaLinda Kalcher, directora ejecutiva del think tank Strategic Perspectives, ha asegurado que "la eliminación gradual de las importaciones rusas de energía debería haberse producido hace mucho tiempo". "Cada barril de petróleo y cada cargamento de GNL procedentes de Rusia siguen financiando una guerra y suponen un inmenso riesgo para la seguridad de Europa", añade. Y completa: "Con este plan, el comisario Jørgensen ha cumplido lo prometido a Ucrania hace tres años: que la UE pondría fin a su relación tóxica con Rusia para 2027. Pero la labor de la UE no puede detenerse aquí. Tiene que ser el principio de la eliminación progresiva de todos los combustibles fósiles”.

Ana Maria Jaller-Makarewicz, analista principal de energía de IEEFA Europa, ha asegurado que “no es la diversificación de los proveedores de GNL y gas, sino la instalación de energías renovables autóctonas lo que garantizará la competitividad de la UE". "Los esfuerzos conjuntos de la UE para reducir la demanda de gas y diversificar las fuentes de energía han sido vitales para la seguridad del suministro europeo", ha añadido.