Aunque las causas exactas del apagón de este lunes todavía se están investigando y no se han comunicado, Red Eléctrica ha explicado que el detonante fueron dos caídas de generación en pocos segundos de diferencia en la región Suroeste de España. Como el sistema necesita generar la misma electricidad que se demanda en todo momento para mantener la tensión y no apagarse, existen sistemas de protección cuando hay un exceso o un defecto extraordinario de cualquiera de las dos, producción o consumo de electricidad. Pero el sistema eléctrico español no resistió dos apagones de generación con tan poca diferencia de tiempo que llegaron a los 15.000 MW y el error se encomendó al resto del estado.
Los expertos apuntan que el incremento de la energía renovable en el sistema eléctrico español hacen más compleja la adaptación de la red a esta inercia que requiere generar y consumir electricidad al mismo volumen. "Hay que modernizar los sistemas de control y de protección con más inteligencia para de que el sistema no se desconecte automáticamente porque piensa que tiene que haber una catástrofe. Estas protecciones tienen que ir evolucionando", reflexiona el ingeniero Antonio Delgado, CEO de la empresa Aleasoft que se dedica a hacer previsiones del mercado energético para algunas de las grandes eléctricas.
Dentro del sector, hace tiempo que técnicos y expertos alertan que a fin de que la red eléctrica se adapte a un sistema con una generación más heterogénea y descentralizada, como es el caso con las renovables, es probable que haya que cambiar los convertidores electrónicos de potencia, que transforman la energía en electricidad. En un webinar sobre este cambio de paradigma, el ingeniero de Red Eléctrica Alberto Rodríguez reconocía que "en la parte de estabilidad del sistema a la transición energética, el grid-forming juega un papel clave".
Los convertidores que actualmente se utilizan a la mayoría de los parques fotovoltaicos se conocen como grid-following y lo que hacen es seguir la red, es decir, la electricidad se adapta "a la tensión de la red y la sigue", explica el director de la Comisión de Energía del Colegio de Enginyers, Lluís Pinós, de forma que si detecta un error en la red la generación se apaga. El convertidor grid-forming, en cambio, "es capaz de dar tensión a la red", de forma que puede aportar más estabilidad inherente a la red y la generación no se desconecta cuando detecta un problema en la red.
Pinós se muestra reticente a determinar que este convertidor pueda haber sido un factor clave en el apagón porque "todavía desconocemos cómo se pararon los 25.000 MW de generación" que Red Eléctrica ha determinado como inicio de la crisis. Lo que han explicado los responsables de las redes de transporte eléctrico españolas es que con pocos según de diferencia se detectaron dos pérdidas de generación en la región suroeste de España que fueron degradando las condiciones del sistema eléctrico" hasta desencadenar en el apagón. "Es muy posible que se tratara de generación fotovoltaica", han reconocido también. "Existen sistemas de seguridad para recuperar caídas de generación, pero no para recuperar 25.000 MW", reflexiona Pinós.
No se puede determinar que la adopción de estos convertidores, que la Comisión Nacional del Mercado de Competencia añadió a su regulación el año pasado, habría salvado España del apagón. Pero sí, de nuevo en el webinar mencionado anteriormente, el ingeniero de Red Eléctrica Alberto Rodríguez reconoció que con los convertidores grid-following "si la red no es adecuada o no hay red, da problemas de estabilidad", porque no aporta "demasiado rodando", es decir, electricidad disponible independientemente del estado de la red. "El nuevo sistema con una generación heterogénea con muchas más renovables genera problemas de operación del sistema de balance entre generación y demanda, dificultades técnicas muy fundamentales ligadas a la estabilidad del sistema," decía al mismo técnico.
Por lo tanto, aunque no es posible decir que el grid-forming habría frenado el apagón, sí que se puede decir que aporta más estabilidad a una red basada en renovables y que la inestabilidad de las renovables es uno más que probable factor entre las causas del apagón.
Hay otras vías, sin embargo, de compensar esta inestabilidad de una energía intermitente que gana peso en el mix eléctrico español y supera ya en muchos días la mitad de la generación eléctrica total. Una es mejorar la interconexión con Francia, que tiene que suponer según recomendaciones de la Unión Europea. El intercambio con el país vecino tiene que llegar, según la Comisión Europea, al 10% del total de electricidad consumida y ahora mismo se queda en el 4%. Los portavoces de Red Eléctrica han reconocido que esta mejor interconexión podría haber dado más seguridad a la red.
Y el otro son los sistemas de almacenamiento de energía, tanto de bombeo hidráulico como baterías, que permiten que se almacenen las energías eólica y fotovoltaica con el fin de utilizarlas cuando el clima no las produce, es decir, cuando no hace sol o viento. Estas baterías también se pueden favorecer de los convertidores grid-Forming que generan tensión sin tener que seguir aquella que la red le está marcando.
Los defensores de la energía nuclear han asegurado que una crisis vinculada con el modelo de las renovables demuestra la necesidad de los reactores, mientras que el presidente Pedro Sánchez ha asegurado que estas centrales "lejos de ser una solución, han sido un problema", porque la recuperación "con más dependencia nuclear no habría sido tan rápida, sino más lenta".
Ambas versiones tienen su parte de razón, apuntan técnicos como Pinós, del Colegio de Enginyers, favorable al alargamiento de vida de las nucleares. Las centrales ofrecen una seguridad de suministro continua que puede ayudar a compensar las intermitencias de las nucleares, como también lo tiene que hacer en un futuro el almacenaje, pero están programadas para hacer parada técnica si no se pueden mantener conectadas a la red y después pueden tardar un mínimo de dos o tres días a recuperar el funcionamiento.