El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, calcula que el apagón general de este lunes ha tenido un impacto para las empresas de 1.600 millones de euros, equivalente al 0,1% del PIB.

En declaraciones a los periodistas en un desayuno de Nueva Economía Forum, Garamendi apuntó al Consorcio de Compensación de Seguros ante las previsibles reclamaciones por los perjuicios. No obstante, aclaró que todavía se está estudiando el impacto económico y las posibles reclamaciones.

El presidente de la gran patronal española lamentó especialmente el impacto en la industria. Puso como ejemplo a las refinerías, que tardarán semanas en recuperar la normalidad, o los posibles daños en los altos hornos, que funcionan con energía eléctrica. Avanzó que se requerirán inversiones “milmillonarias” para que estas infraestructuras vuelvan a funcionar.

Garamendi se mostró especialmente crítico con el gobierno de Pedro Sánchez. En el mismo sentido que han apuntado otras patronales, indicó que el ejecutivo “tenía que haber estado más rápido y tenía que estar de una forma permanente informando".

Y exhibió su enojo con el Ministerio de Trabajo, liderado por Yolanda Díaz, por recordar que son los empresarios los que deben asumir el coste de las ausencias laborales del apagón. "No nos tienen que dar avisos porque ya sabemos qué hacer por pura responsabilidad social, que es lo que hacemos permanentemente". "Somos los primeros que hemos dicho que la gente vaya a casa, que primero la conciliación familiar", recalcó.

El Ministerio de Trabajo recordó que las personas que no puedan desplazarse a su centro de trabajo o que no puedan ejercer su función por culpa del apagón se pueden acoger a permisos retribuidos.

Mediante un comunicado difundido la noche del lunes, la patronal catalana Cecot calificó de "insuficientes" las comunicaciones de los gobiernos –tanto del de Pedro Sánchez como del de la Generalitat– y de Red Eléctrica. Criticaron la "dilatación en el tiempo" al comunicar las informaciones, así como "la información sin valor" que trasladan en algunos casos. Exigieron, como ha pasado en otras crisis, que "la comunicación sea más fluida, con indicaciones claras, orientaciones concretas y plazos realistas para que la ciudadanía pueda tomar las decisiones oportunas".

El apagón impactó de manera desigual en las empresas, en función de los sectores de actividad, de su dimensión y de si disponen de equipos de autogeneración eléctrica. Por ejemplo, las grandes empresas del sector de la automoción han parado, mientras que las farmacéuticas, que no son grandes consumidoras energéticas, han mantenido la mayor parte de la actividad. Así, en el sector de la automoción, las plantas de Seat, en Martorell, y Ebro, en la Zona Franca de Barcelona, pararon la producción después del apagón y no la han reiniciado hasta este martes.