Europa vive un momento crítico en muchos ámbitos, como el geopolítico, el industrial y el energético. En este último, tiene una desventaja competitiva respecto a los dos grandes bloques mundiales, los Estados Unidos y China, porque tienen fuentes de energía baratas. El antídoto europeo deben ser las renovables, con un mix que también incluya la nuclear.

Tres autoridades en aspectos energéticos han debatido este jueves en la Reunión del Cercle d’Economia sobre los retos del cambio climático, pero han acabado centrándose en el impulso a la transición energética y las renovables y, sobre todo, en Europa, ya que la UE es la región que más ha apostado por ello, aunque a menudo con una legislación excesiva y claramente más ambiciosa que la de los dos bloques mencionados.

Jim Skea, presidente del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas, Nemesio Fernández-Cuesta, secretario de Estado de Energía (1996-1999) y copresidente del Grupo de Transición Energética de Alantra, y Helena Viñes, presidenta de la Plataforma de la UE sobre Finanzas Sostenibles y consejera de la CNMV, han coincidido en señalar a Europa como el alumno aventajado de la transición energética, pero también en que necesita más inversión, y no solo en renovables.

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Jim Skea

Jim Skea era el invitado estrella de la mesa y tenía un discurso inicial de un cuarto de hora, en el que ha presentado el informe de su grupo de la ONU. Ha sido, sin embargo, muy teórico. Para Skea, “la gran oportunidad es la eólica y la solar”, que pueden reducir el 10% de las “emisiones de efecto invernadero”, pero ha añadido que “hacen falta baterías y almacenamiento”. También ha admitido que la UE va por delante y, de hecho, que hay que frenarla en las reuniones del grupo de expertos de la ONU para incluir a los países en vías de desarrollo en los acuerdos.

El más pragmático ha sido Nemesio Fernández-Cuesta, alto cargo en el primer gobierno de José María Aznar: hay que apostar por las renovables, pero también por la nuclear, para poder competir con China y EE. UU.: “Estados Unidos tiene electricidad barata porque tiene gas barato, y ahora lo quiere vender por todo el mundo. (...) China tiene energía barata porque quema la mitad del carbón que se quema en todo el mundo. Europa, si queremos tener energía barata, tiene que ser con renovables”.

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Nemesio Fernández Cuesta

Eso sí, hay que complementarlas con la nuclear y la hidráulica: “Necesitamos un sistema eléctrico descarbonizado, basado en renovables, que es el sistema más barato, pero debe estar complementado por otras energías que tengan dos características: que sean limpias y estables, es decir, la hidráulica y la nuclear. Son estabilizadores automáticos del sistema. En España tenemos un 20% de nuclear y entre un 10-15% de hidráulica. Con esto y gas podemos tener un sistema descarbonizado. No estamos tan lejos. Estamos en un 77% de generación sin emisiones”, ha explicado.

Fernández-Cuesta ha puesto tres condiciones para la electrificación de la economía: no cerrar las nucleares, especialmente en Catalunya, que depende de ellas, “porque entonces tendríamos un problema para descarbonizar”, invertir en redes, “porque la luz va por cables”, e invertir en almacenamiento, baterías y bombeo hidráulico, “que es una forma de almacenar y dar estabilidad a una fuente que no lo es”. Hay otras tecnologías, como el hidrógeno, pero es más escéptico, porque es caro, y solo lo ve viable para usos que no se pueden descarbonizar, como la aviación y la navegación.

Helena Viñes se ha centrado en la parte financiera, con una frase muy clara: “Dime dónde pones el dinero y te diré si tu plan de descarbonización es creíble”. Para la consejera de la CNMV, “las empresas han empezado a darse cuenta de que los inversores miran los planes de transición y las inversiones en transición energética”, y “Europa es líder en finanzas sostenibles”, ya que EE. UU. no se ha volcado en ello.

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Helena Viñes

Señala, sin embargo, algunos problemas, como la fragmentación del mercado y la poca cultura de invertir en transición energética: “Hace falta un cambio cultural en la mentalidad europea. En lugar de invertir en ladrillo, hay que poner el dinero en los mercados de capitales para que vaya a transición”. Además, ha señalado que muchas empresas europeas invierten en proyectos en EE. UU., y debería procurarse que ese dinero se quedara aquí. “Para financiar la transición, el dinero existe. Tenemos 8 billones de euros que hay que canalizar”, ha remarcado.

“El problema de Europa es que primero ponemos la regulación”, ha resumido Fernández-Cuesta, y ha puesto como ejemplo la prohibición de los coches de combustión en 2035: “¿Y qué haremos? ¿Comprar coches chinos y cargarnos la industria europea del automóvil? Lo primero es diseñar una estrategia con el sector”. El exsecretario de Estado de Energía ha criticado que la UE no tiene una estrategia para la electrificación del automóvil.