A mediados de noviembre en el ayuntamiento de Sant Adrià de Besòs se celebró un acto singular, la recepción de unos cuantos libros y documentos manuscritos de su ciudadano nativo e ilustre Lluís Raluy y Tomàs, obras conservadas hasta ahora por el compañero periodista y también matemático Joaquim Perramon.

Dir Raluy en Catalunya nos lleva enseguida a un concepto etéreo del mundo del circo. Pero otra cosa es relacionar todo con la ciudadanía de uno de los grandes, mucho, del circo y las matemáticas. Pues sí que lo es. Singular e irrepetible: Lluís Raluy, traspasado el año pasado, permanece para siempre en la historia mundial del circo tanto porque era capaz de hacer equilibrios colgado al aire cogido de un trapecio, como también en la historia de las matemáticas por los cuatro libros que hizo entre actuación y actuación por todo el mundo.

Lluís es de Sant Adrià de Besòs —hijo del fundador de la estirpe Luis Raluy, la compañía del cual todavía hoy recorre Catalunya, aunque el nombre del espectáculo ahora está bifurcado con la misma marca por pleitos de familia que vienen a cuento, pero que mantienen sin embargo la firmeza de las maneras de hacer del fundador a principios del siglo pasado, el también Lluís Raluy, casado con una igualadina de apellido Jorba.

Sindèmia

Viene a cuento el tema para recordar que Lluís Raluy, cuando se encerraba en el vagón/autobús del circo que todavía se llama Biblioteca Raluy (acumuló 7.000 libros de matemáticas) tenía una manía por los números primos. Observando la magia de los números pasaba tantas horas como los ensayos para conseguir en una sola actuación, o en otras sucesivas, ser el hombre bala (invento circense de su padre, conservado en el NO-DO), el payaso carablanca, trapecista volador y acróbata.

¿Pueden relacionarse matemáticas y equilibrio? Solo como palabra compartida, equilibrio, pero significados muy diferentes. Para los matemáticos, el equilibrio es sobre todo un método, un mediador.

Sin embargo, como poder decir que si los artistas del circo siempre dominan y temen perder el equilibrio, los que se dedican a la ciencia incierta de la economía, porque es social y al mismo tiempo también necesita mucho de las matemáticas para ser sólida, tienen sus aportaciones bastante asentadas para describir lo que nos está pasando los últimos meses y al mismo tiempo marcar pautas posibles para salir del callejón sin salida.

Pongo un ejemplo reciente y de testigo presencial. Los mismos días que en Sant Adrià de Besòs homenajeaban a Raluy, se reunió en Barcelona, en sesión anual, la patronal algodonera Aitpa, la única patronal de ámbito estatal que todavía tiene la sede en Catalunya. Invitaron a charlar al catedrático de la UPF Guillem López-Casasnovas.

En una sala donde dominaban todavía las corbatas sobre la camisa desabrochada, todos sin embargo bien vestidos como correspondía, el profesor López-Casasnovas recuperó un término sanitario pero que es extensible a toda la sociedad: la sindemia (syn, del griego, quiere decir "más de uno", y demia, la ciudadanía). Palabra compuesta griega que se pondrá de moda para describir la acumulación de problemas globales, y que responde a un término inventado en los años 90 por el antropólogo estadounidense Merril Singer para describir la acumulación de virus mortales, con otras consecuencias sociales y económicas. Hablaba de África pero el término ya es universal.

El catedrático menorquín López-Casasnovas, bien adiestrado en el uso de las diapositivas (ahora, power point) describió el panorama mundial y local afrontando la palabra clave: vivimos con incertidumbre global. Aquí un resumen:

-Lo que preocupa al mundo influyente es ahora, por orden, las enfermedades infecciosas, los medios de vida (subsistencia), los cambios climáticos y la ciberseguridad.

-Quien se quiera recuperar después de la sacudida tiene que saber distinguir entre el riesgo que tiene que asumir la empresa y lo que se puede reclamar a las autoridades; lisa y llanamente: las coberturas de riesgo abarcan tanto los de la empresa como los de los estados. Prioritario: que la empresa entienda el cambio de paradigma mundial, mucho más completo.

-Saber mirar desde la ventana propia (los mercados en que se actúa) pero hay que subir con más frecuencia a la azotea para ver qué pasa fuera y en otros sectores productivos. En economía, en empresa y en política.

-Distinguir: estrategia de mercados, mejora en las capacidades internas (sea fabricar o prestar servicios), vigilar siempre los marcos legales.

Quién lo diría

López-Casanovas también hace una advertencia contra los temas que se dan por superados o que se piensa que no afectan al propio sector. Dado que la inmensa mayoría de la población vive en las ciudades, cuando se les anuncia que habrá restricción de agua, como se hizo el 21 de noviembre en la metrópoli de Barcelona, les parece que no hay para tanto.

Pero el catedrático aporta de nuevo un concepto a tener en cuenta, la salud global (suma de la humana, la de los animales y la del planeta), y pone de antemano el acceso al agua. ¿Para beber? No solamente. Va de un cordero escaso, que el profesor advierte que se encarecerá tendencialmente, como ha pasado con el petróleo y toda la energía, porque hemos olvidado que el agua se tiene que compartir con la industria y, sobre todo, con el ganado y con la tierra, si queremos seguir comiendo con regularidad.

Números primos

En el acto mencionado de Sant Adrià del Besòs habló Louise Raluy, hija de Lluís Raluy, explicó con humor y complicidad que su padre, con el fin de participar en reuniones mundiales de matemáticos se ingenió el supuesto Instituto Nacional de Matemáticas de Catalunya, que le permitía acceder a los congresos del gremio. Viajaba tanto como payaso con la caravana como también como supuesto matemático por todo el mundo, pero cabe decir que hizo una contribución reconocida por la profesión en el campo de los números primos. ¿Impostor? En absoluto, sobresalió en las dos actividades.

Y si hay que tener en cuenta de qué sirven las anticipaciones, quede constancia de cómo acabó su charla el doctor López-Casasnovas delante de los descendientes de los fabricantes más antiguos de Catalunya: "Sin mejorar la productividad y con retribuciones más elevadas en la economía, y cumplimientos fiscales más altos, el estado del bienestar no tiene futuro".

Sin embargo, López-Casanovas, siguiendo en términos circenses, describe el futuro económico de los próximos meses como los platillos chinos que giran inseguros en turno de una varita. Y que no caiga ninguno.

¿Imposible? Lluís Raluy sabía salir disparado de un cañón y saltar entre trapecios a mucha altura. Quizás sabía más de equilibrio que de incertidumbre.