Cinco billones en juego: la inteligencia artificial arrasa las profesiones tradicionales

- Mookie Tenembaum
- Cap d'Agde (Francia). Viernes, 25 de julio de 2025. 05:30
- Actualizado: Viernes, 25 de julio de 2025. 09:51
- Tiempo de lectura: 2 minutos
El mercado mundial de la consultoría, los estudios jurídicos y la contabilidad alcanza los 5 billones de dólares, lo que en inglés se expresa como “$5 trillion”. Este número representa una parte colosal de la economía global, basada históricamente en la contratación intensiva de profesionales calificados para tareas repetitivas, informes personalizados y servicios orientados a procesos. La inteligencia artificial (IA) ya penetra en estas industrias, y lo que se vislumbra es una transformación estructural con consecuencias definitivas. Las primeras señales ya son visibles: automatización de tareas administrativas, asistencia en diagnósticos jurídicos, generación de contratos, análisis contables, atención al cliente, diseño de sitios web, seguridad informática, entre otros. Las tecnologías actuales no requieren infraestructura compleja, se alojan en la nube, se escalan fácilmente y se adaptan a millones de usuarios.
Algunos sostienen que las oportunidades están en manos de nuevas startups que ofrecerán estos servicios con márgenes propios del software y una eficiencia nunca vista. Pero esta lectura subestima un hecho fundamental: los grandes jugadores ya están posicionados, tienen la capacidad técnica y comercial para operar con millones de usuarios simultáneos y, sobre todo, tienen el hábito. Google, Meta, Microsoft y Oracle están estructurados para servir a negocios pequeños, automatizando procesos a escala global, con interfaces ya conocidas por los usuarios y con ecosistemas integrados que reducen toda fricción. No necesitan reinventar nada: solo agregar nuevos módulos de IA sobre estructuras existentes.
Los que hoy dominan la escena, como Accenture o McKinsey, están atrapados en su propia estructura de servicios premium, humanos, presenciales o personalizados, y en modelos de ingresos tradicionales. Su transformación hacia la IA los obliga a reorganizar equipos enteros, replantear modelos de negocio y, eventualmente, entrar en competencia directa con plataformas que nacieron desde el software y que no tienen que negociar con sindicatos ni mantener sedes físicas ni justificar tarifas horarias. Por eso no solo los negocios pequeños serán absorbidos por los grandes, sino que los propios grandes tradicionales quedarán fuera de juego. Esta convergencia hacia las tecnológicas más masivas es inevitable. No hay espacio para medianías.
Los humanos no serán reasignados a otras tareas. Todo trabajo que se hace sentado desaparecerá y lo que la IA reemplaza ya no vuelve
Lo más impactante es que este proceso se da únicamente en estas industrias profesionales, pero no se detiene ahí. Seguros, medicina, real estate, logística y hasta educación seguirán este mismo camino. Las sumas de dinero que están en juego son inconmensurables. El efecto será deflacionario: el precio de todos estos servicios bajará de forma drástica. No porque se destruyan industrias, sino porque se digitalizan.
Esto no causará recesión porque las empresas no dejarán de operar; simplemente operarán con una fracción del personal. Y en contra de lo que algunos afirman, los humanos no serán reasignados a otras tareas. Todo trabajo que se hace sentado desaparecerá y lo que la IA reemplaza ya no vuelve.
Las cosas como son.