La Bolsa española bajaba el 1,43% esta semana después de un mes de marzo de subidas ininterrumpidas. Lógico descanso, por una parte, pero también la reaparición de los temores sobre ese panorama idílico que tiene proyectado el mundo del dinero, con un aterrizaje suave de las economías, bajadas de los tipos de interés y control de la inflación. El petróleo ha vuelto a la palestra de la actualidad y acumula en el año una subida del 18%, con el Brent superando por poco los 90 dólares el barril. Tensiones en tan principal materia prima podrían volver a aplazar las esperadas rebajas de tipos previstas ahora para junio. Muy ligado a ello, el recrudecimiento de las tensiones geopolíticas con ataques de Israel a intereses iraníes en Siria y el temor a una respuesta de los antiguos persas. En este revuelo, los únicos valores favorecidos han sido las petroleras, que han subido generosamente en todas las bolsas.

Los analistas apuntan a que entramos en una etapa de mayor volatilidad después de cinco meses consecutivos de subidas de los mercados de acciones. Esto de la volatilidad no deja de ser un eufemismo para esperar nuevas correcciones que, seguramente, no duren mucho. Así, mientras no se despeja el panorama de los tipos, los valores más endeudados reciben el mayor castigo en estos movimientos.

El mercado de bonos sigue tensionado porque no ve despejado el panorama de los tipos y la referencia a 10 años en Estados Unidos alcanzó el 4,40%, los niveles más elevados del ejercicio, mientras las cosas andan más relajadas en Europa con unas economías menos
boyantes que la estadounidense: la referencia alemana se sitúa en el 2,40% y el español al 3,23%. Los banqueros centrales no tranquilizaron, sino todo lo contrario, al creer que no tenían (más) prisa por actuar dados los actuales niveles de subida de precios. Afortunadamente, el informe mensual sobre el empleo publicado el viernes pintó un panorama mixto, con el número de puestos de trabajo no agrícolas creados superando las expectativas, pero la tasa de desempleo y el crecimiento salarial en línea con el consenso.

Según explican los analistas de MarketScreener, el Bitcoin ha caído más de un 5% esta semana, y vuelve a estar en contacto con la marca de los 67.000 dólares. A pesar de esta caída, los ETFs de Bitcoin Spot siguen acumulando flujos netos positivos, aunque en mucha menor medida que en marzo. Los fondos que emiten estos ETF, encabezados por Grayscale, BlackRock y Fidelity, han acumulado más de 57.560 millones de dólares en activos bajo gestión, o el 4,31% de los bitcoins en circulación. Como suele ocurrir, el bitcoin dicta la trayectoria del mercado, y como parte de ello, las demás criptodivisas han seguido la tendencia bajista del líder de los criptoactivos. Ether (ETH) ha bajado más de un 10% hasta el nivel de los 3.250 dólares, Solana (SOL) ha caído un 14% hasta unos 170 dólares, Binance Coin (BNB) ha bajado un 4% hasta los 580 dólares y Cardano (ADA) ha bajado un 13,5% hasta los 0,57 dólares. En términos más generales, el mercado de criptoactivos en su conjunto está a la baja, pero su valoración sigue subiendo más de un 55% desde principios de año.

Resultados en EE. UU. y decisión del BCE

En Europa, la semana comenzará con la publicación de la producción industrial y la balanza comercial de febrero en Alemania. En línea con los PMIs del sector manufacturero en marzo (41,9 puntos vs. 42,5 puntos en febrero) y la evolución de los indicadores de confianza de los hogares y empresas, el sector industrial y el comercio exterior que continuarán previsiblemente constatando la debilidad de la primera potencia europea. Asimismo, el lunes conoceremos el índice Sentix de confianza inversora de la Eurozona, explican desde Self Bank.

No obstante, el centro de atención de los inversores se situará la semana que viene en la reunión del BCE que se llevará a cabo el jueves 11 de abril. Si bien no se espera ninguna modificación de los tipos de interés oficiales, los mercados prevén que la autoridad monetaria europea defina sus próximos movimientos. En concreto, los inversores esperan que el BCE comience con el proceso de flexibilización de su política monetaria en su próxima reunión de junio, cuando rebajaría 25 puntos básicos (0,25) los tipos de interés de referencia. La semana terminará con la lectura final del IPC de marzo en España, Alemania y Francia, así como diversos datos de relevancia en Reino Unido, destacando el PIB, la producción industrial o la balanza comercial.

En el plano empresarial tendrá lugar el pago de dividendos del BBVA y la Junta General de accionistas de Banco Sabadell, Ferrovial y Telefónica. Además, el Tesoro celebrará subastas de letras a 6 meses y 1 año, y puede que deba subir tipos como lo hizo esta semana con los bonos.

En Estados Unidos, las referencias económicas relevantes llegarán el miércoles cuando se conozca el dato del IPC de marzo. Tras registrar en febrero un ligero repunte de la tasa de inflación interanual (3,2% interanual), no se espera que en esta referencia baje del 3%. Paralelamente, como todas las semanas, conoceremos las solicitudes de hipotecas, que cayeron en la última semana un 0,6% respecto a la anterior, en un contexto marcado por unos tipos de interés hipotecarios a 30 años que continúan cercanos al 7% (6,91%). Asimismo, el jueves 11, se publicará el índice de los precios de producción (IPP) en marzo.

El final de la semana vendrá protagonizado por la publicación de la primera lectura de la confianza de la Universidad de Michigan, unos datos preliminares que nos aportarán información sobre la evolución de la confianza de los consumidores en EE. UU. de cara al mes de abril. En el ámbito empresarial, destacará la publicación de resultados de empresas como BlackRock, JPMorgan, Citigroup y Delta Airlines.